El Palacio Álava-Esquível, ubicado en la calle Herrería del Casco Medieval de Vitoria-Gasteiz y propiedad del Ayuntamiento de Tánger, sigue sin avances significativos en su rehabilitación. Así lo ha reconocido esta mañana el concejal de Urbanismo, Samuel Rodríguez, durante la comisión municipal, en respuesta a una nueva intervención del grupo Elkarrekin.
El concejal Óscar Fernández ha recordado que el edificio lleva más de 15 años con expedientes abiertos por su mal estado, casi una década con una malla protectora instalada para evitar desprendimientos y una deuda acumulada de alrededor de 453.400 euros por incumplimientos reiterados de órdenes de reparación.
Un grupo de trabajo sin resultados
En febrero de 2024 se creó un grupo de trabajo entre los equipos técnicos de Vitoria y Tánger con el objetivo de encontrar una solución, pero, más de un año después, no se ha hecho pública ninguna conclusión. Según Fernández, lo único que se conoce es que la municipalidad de Tánger habría mostrado su disposición a realizar “arreglos básicos y urgentes”, aunque se desconoce en qué consisten, si se han solicitado licencias o si han comenzado las obras.
También ha preguntado si se ha abonado parte de la deuda, si se ha fijado una fecha para acometer la rehabilitación integral o si se ha concretado el proyecto cultural anunciado por el alcalde de Tánger en septiembre de 2024, que planteaba convertir el palacio en un puente cultural entre ambas ciudades.
Una solución que «no es sencilla»
El concejal de urbanismo, Borja Rodríguez, ha respondido que no hay novedades respecto a lo ya informado en febrero. Ha insistido en que la solución “no es sencilla” y ha subrayado que se continúa trabajando con la municipalidad de Tánger para encontrar una salida. “Es un tema que se arrastra desde 2007. Han pasado tres alcaldes y varios concejales sin que se haya dado con la solución”, ha dicho, y ha reiterado que el objetivo es que el inmueble esté rehabilitado, con uso y vida dentro del Casco Histórico.
Fernández ha advertido de que la situación continúa deteriorándose, también en el interior del edificio, y ha lamentado que no se estén dando pasos claros para resolver el problema. Ha pedido que se actúe antes de que el deterioro sea irreversible y ha planteado medidas como la ejecución subsidiaria o incluso la expropiación. “Aquí viven personas, y su seguridad debería ser prioritaria”, ha afirmado.