
El nuevo plan de seguridad ciudadana presentado por el Gobierno municipal de Vitoria-Gasteiz ha generado reacciones críticas por parte de la oposición. Tres después de que el concejal delegado, César Fernández de Landa, hiciera público el documento, los grupos de Elkarrekin, Partido Popular y EH Bildu han expresado sus reservas, tanto sobre las medidas que incluye como sobre la forma en que se ha impulsado.
Elkarrekin denuncia un enfoque exclusivamente policial
Desde Elkarrekin, Óscar Fernández ha cuestionado la orientación general del plan. En su opinión, el documento se centra “exclusivamente en el ámbito coercitivo”, sin contemplar medidas preventivas de carácter social o educativo.
Fernández ha explicado que su grupo “hubiera preferido que antes de presentarlo públicamente se hubiera convocado a los grupos políticos para trabajar el contenido en un grupo de trabajo conjunto”. A su juicio, el Gobierno municipal ha actuado con precipitación y sin diálogo.
El portavoz ha advertido también sobre el riesgo de alimentar una sensación artificial de inseguridad: “Una cosa son los datos reales, y otra la percepción social, muchas veces potenciada por discursos del miedo que lanzan algunos partidos políticos y grupos de extrema derecha”.
Elkarrekin también se ha opuesto al aumento de videovigilancia contemplado en el plan. “No asegura que no se produzca el delito, solo que no se produzca en el sitio donde está colocada la cámara”, ha afirmado Fernández. Además, ha advertido que una mayor presencia policial “puede generar más inseguridad” si no va acompañada de otras medidas.
El Partido Popular exige “mano dura” y acusa al Gobierno local de llegar tarde
Iñaki García Calvo, concejal del Partido Popular, ha sido rotundo al afirmar que “Vitoria no es la ciudad segura que era”. Según ha dicho, “los datos objetivos confirman que la situación de inseguridad ha empeorado” y ha lamentado que hasta ahora el Ayuntamiento no lo haya reconocido abiertamente.
“Lo primero para afrontar un problema es reconocer que existe. Por eso le damos la bienvenida, señor Fernández de Landa, aunque llegue tarde”, ha ironizado.
García Calvo ha insistido en que “la gente está harta del buenismo” y ha exigido “mano dura al delincuente”. También ha reprochado la ausencia de la alcaldesa en la presentación del plan: “Si yo fuera el alcalde y mi concejal presenta un plan de refuerzo de la seguridad, estaría en esa rueda de prensa”.
En su intervención, ha asegurado que varias de las medidas del plan ya fueron propuestas anteriormente por su grupo, y ha acusado al PNV de “tener miedo a las encuestas” y de ser “socio fiel” del Partido Socialista en todas las instituciones.
EH Bildu pide evitar discursos alarmistas y abrir un debate de fondo
Desde EH Bildu, el concejal Alberto Porras ha defendido que la percepción de inseguridad “ha aumentado” en la ciudad, pero ha alertado de que no se puede asumir el marco que plantea la derecha.
“Hay una estrategia alarmista que busca generar miedo para sacar votos. Y eso también influye en la percepción social”, ha afirmado.
Porras ha lamentado que el Gobierno municipal no haya compartido previamente el diagnóstico con el resto de grupos y ha reclamado una ponencia específica sobre el modelo policial, como la que se celebró en 2012. “Creemos que este es un momento adecuado para volver a hablar con seriedad sobre el modelo de seguridad que queremos”, ha dicho.
El concejal ha valorado algunas medidas del plan, como la coordinación con la Ertzaintza, pero ha subrayado que la policía debe orientarse a la prevención y no solo a la intervención. “La policía sirve para evitar que se produzcan delitos, no solo para intervenir cuando ya han ocurrido”, ha recordado.
También ha señalado que “el País Vasco es una de las regiones con mayor ratio de policías por habitante de toda Europa” y que, por tanto, “es esencial que los recursos existentes se coordinen bien y se orienten a la prevención y la cercanía”.
12 medidas
El plan presentado por el Gobierno municipal —formado por PNV y PSE-EE— incluye 12 medidas centradas en patrullaje, videovigilancia, control en zonas sensibles, campañas informativas y mejora de la coordinación con la Ertzaintza y el sector privado.
Durante la comparecencia, César Fernández de Landa ha defendido su contenido. “Tenemos unos índices delincuenciales bajos, pero hay un problema concreto: los robos con violencia. Y no podemos quedarnos de brazos cruzados”, ha dicho.
El concejal ha insistido en que no se trata de una cuestión ideológica: “No hacemos politiqueo. Estas son medidas concretas para resolver un problema real”.
Ante las críticas por falta de diálogo previo, Fernández de Landa ha replicado que “esta es la reunión previa” y ha instado a los grupos a hacer aportaciones “en este mismo foro o en los siguientes”.
Por su parte, el PSE-EE —socio de gobierno— ha respaldado el plan sin matices y ha destacado que se trata de “una estrategia abierta y basada en datos” que responde “a nuevas realidades en la ciudad”.