
Iñaki Kerejazu repite como Celedón en 2025 y lanza un mensaje claro: “Disfrutemos de la fiesta, pero desde el respeto”. Puedes escuchar la entrevista en formato podcast al final de este artículo.
“Estoy contento, cada vez más feliz”
Las Fiestas de La Blanca 2025 comienzan este lunes 4 de agosto con la Bajada de Celedón desde la torre de San Miguel. Iñaki Kerejazu será, por segundo año, el encargado de dar el pistoletazo de salida. Antes del gran día, ha visitado los micrófonos de GasteizBerri, en una entrevista con Jon Larreategi y Álex García.
—¿Preparado, Iñaki?
—Estoy contento, cada vez más contento y cada vez más feliz. He pasado un par de semanas un poco chungas, de mucho nervio, de reconcomerme conmigo mismo. Pero esta semana estoy súper contento. Estoy durmiendo que flipas. La gente me está tratando súper bien.
La experiencia de ser Celedón
Kerejazu ya había participado en fiestas anteriores como laguntzaile, pero reconoce que ser Celedón es algo distinto.
—¿Es diferente ser Celedón que ser acompañante?
—Sí. Echo un poco de menos ser laguntzaile, pero no lo cambiaría por nada. Ser Celedón te da la oportunidad de dar tu impronta, tu sentido de las fiestas. Es un momento muy importante.
—¿Se te ha pasado rápido este año desde tu primera bajada?
—Sí, echando leches. Igual va a ser que me he hecho mayor.
También recuerda el apoyo recibido tras su debut el año pasado:
—He recibido un feedback super bueno, un 90 y pico por ciento de la gente me ha dicho cosas bonitas. Pero eso también te mete presión.
Celedón como símbolo de unidad
Uno de los mensajes más importantes que Iñaki quiso destacar es que Celedón representa a todas las personas de Vitoria-Gasteiz, sin importar el origen ni la ideología.
—¿Qué significa para ti representar a la ciudad?
—Me han dado este regalo para ser la figura que abre un momento tan bonito. Celedón es un personaje transversal. Une a todos los gasteiztarras. Da igual nuestra raza, da igual nuestro origen. Hay gasteiztarras de diferentes orígenes, y hay gente que no le entra esto. Lo tenemos que tener muy claro.
Respeto a la ciudad y a quienes la viven
En la conversación también hubo tiempo para hablar de civismo.
—¿Qué valores te gustaría transmitir en estas fiestas?
—Lo mínimo es respetar a los vecinos y vecinas que viven allá. Sí, son fiestas, pero no anarquía total. Cuanto más cuidemos la ciudad, mejor.
Las prefiestas, la cuadrilla y el barrio
Iñaki también compartió cómo está viviendo los días previos:
—El día 1 tenemos la cena de acompañantes de Celedón. El día 2 o 3 nos juntamos los del basket. Pero claro, luego tengo que ir al pregón. El día 4 comeremos sobre la 13:30. El año pasado hicimos comida, pero sobró. Todos estábamos nerviosos.
Habló con orgullo de su cuadrilla Hegotarrak:
—Estoy en la Junta. Este año cumplimos 30 años. Hemos perdido a un compañero muy joven y le haremos un homenaje el día 5.
—¿Qué ambiente se genera en esos momentos con la cuadrilla?
—Es muy chulo. Me junto con quien quiero. Lo más bonito es compartir lo bueno con la gente que quieres.
El momento de la bajada
—¿Cómo es ese momento justo antes de salir hacia la balconada?
—Cuando se abre la cortina… buah. Es una locura. Es lo mejor que he hecho en mi vida. Hay 50.000 personas gritando. Abres el paraguas y solo te sale gritar.
—¿Quién te acompaña en ese momento?
—El año pasado estaban todos llorando alrededor mío. Pero yo estaba dando saltos de alegría. Quise que me pusiera el pañuelo Gorka Ortiz de Urbina (Celedón entre 2001 y 2023). Fue muy bonito, como un traspaso.
También explicó cómo funciona el sistema de bajada:
—Es una manivela hecha a medida, anclada al suelo. Está dentro de una oficina, tapada con una alfombra. Todo está bien organizado.
Anécdotas que dejan huella
Durante la charla, Kerejazu contó una historia muy personal relacionada con su trabajo como profesor:
—Una familia me dijo que su hijo estaba justo a la derecha de las escaleritas y no lo vi. Se fue con un disgusto. Me dio una pena terrible. Este año estaré más pendiente.
—¿Te han preguntado tus alumnos por Celedón?
—Sí. Algunos ya me ven como parte de la historia. Hicimos una visita a San Miguel y el guía me dijo que la introducción la hiciera yo.
Un Celedón con libertad para hablar
—¿El Ayuntamiento te ha dicho qué puedes decir en tu discurso?
—No. Nadie me ha puesto límites. Tengo libertad de decir lo que quiera.
También habló de las campañas feministas y antirracistas en la plaza:
—Las chicas de La Rosa Mari han preparado cuñas contra las agresiones machistas, homófobas y racistas. Lo hacen muy bien.