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“Me llamaron asesino”: comienza el juicio por las protestas frente a la clínica Askabide de Vitoria

El gerente de Askabide detalla presiones continuas durante las concentraciones antiabortistas. El juicio ha comenzado con 27 testigos y continuará esta semana.

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Askabide Vitoria
Un grupo de manifestantes frente a la clínica en octubre de 2024

La vista oral contra 21 personas acusadas de concentrarse de forma reiterada frente a la clínica Askabide de Vitoria-Gasteiz ya está en marcha. Durante la primera sesión, ha declarado el gerente del centro, quien ha descrito cómo vivieron aquellas protestas organizadas en turnos, con rezos, pancartas y fotografías tomadas al personal. Según su testimonio, la presión que generaban estas acciones era continua y se extendía a lo largo de toda la jornada.

Dos campañas al año durante 40 días cada una

Las protestas se repetían dos veces al año, durante 40 días seguidos, coincidiendo con fechas señaladas como la primavera y el otoño. Los grupos que se concentraban utilizaban elementos religiosos como rosarios, portaban camisetas identificativas y permanecían en el entorno del centro en pequeños grupos, según ha explicado el responsable de Askabide.

En su relato ha asegurado que la actividad era ininterrumpida: “Estaban todo el día, te enseñaban carteles, rezaban en voz alta, nos señalaban”. También ha declarado que, en varias ocasiones, algunas personas llegaron a tomar fotografías del personal. Según su percepción, los rezos se utilizaban como una forma de presión: “Con los rezos nos decían barbaridades”, ha afirmado.

Reclamación económica y penas solicitadas

La clínica participa en el juicio como acusación particular y reclama una indemnización de 2.000 euros. Por su parte, el Ministerio Fiscal solicita para cada acusado una pena de cinco meses de prisión por un presunto delito de coacciones. La pena podría conmutarse por 100 días de trabajos en beneficio de la comunidad.

Las protestas se trasladaron a otro punto de la ciudad después de que se concedieran varias órdenes de alejamiento. Desde entonces, según el gerente, el ambiente en el centro ha mejorado notablemente y se percibe una mayor tranquilidad entre el personal y las personas usuarias.

Declaraciones de pacientes, profesionales y cuerpos policiales

La primera jornada del juicio ha reunido a 27 personas citadas a declarar como testigos. Entre ellas, una paciente y una extrabajadora embarazada han expresado su incomodidad por la presencia constante de los manifestantes frente a la clínica. Ambas han asegurado que se sintieron señaladas y han recordado algunas frases que escucharon durante las concentraciones, como: “Rezamos por tu hijo” o “Perdónalas porque no saben lo que hacen”.

También han comparecido varios agentes de la Policía Local y de la Ertzaintza que acudieron a la zona en diferentes ocasiones a petición de la clínica. En sus declaraciones han coincidido en que las concentraciones fueron pacíficas y que los carteles que portaban no contenían expresiones insultantes directas.

Postura de la defensa: libertad de expresión

La defensa de los acusados solicita la absolución, argumentando que los actos se limitaban al ejercicio de la libertad de expresión y de creencias. Uno de los abogados ha sostenido que si un establecimiento puede anunciarse como “aborto libre”, sus defendidos tienen derecho a mostrar, en el mismo lugar, un mensaje contrario como “no al aborto”.

«Me llamaron asesino. Algunos pacientes cancelaron sus citas»

El gerente del centro ha compartido el impacto personal que, según él, le causaron estas concentraciones. “Me llamaron asesino. Me he sentido muy perjudicado emocionalmente”, ha dicho. También ha afirmado que varios pacientes llamaron para cancelar citas debido al clima generado por las protestas.

En su intervención, ha recordado que tuvo que interponer denuncias en varias localidades, lo que le obligó a desplazarse y a esperar horas en distintas comisarías. Además, ha aclarado que la clínica funciona desde 2019 y que alrededor del 95% de las interrupciones voluntarias del embarazo que realiza provienen de derivaciones del sistema público de salud. El centro también ofrece otros servicios médicos, como seguimiento de embarazos y consultas de urología.

Objetivos de los manifestantes, según el gerente

El responsable de Askabide ha señalado que, a su juicio, las personas que se concentraban frente a la clínica perseguían tres propósitos: disuadir a las pacientes de interrumpir su embarazo, lograr el cierre de las instalaciones y tratar de influir ideológicamente en quienes trabajan en el centro. También ha explicado que durante aquellos días aparecieron carteles contrarios al aborto en algunas marquesinas de la ciudad.

Está previsto que el juicio continúe el martes y el jueves con nuevas declaraciones. El proceso quedará entonces visto para sentencia.

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