
El diputado general de Álava, Ramiro González, ha asegurado que la Diputación Foral no tiene competencias para autorizar o prohibir concentraciones como la realizada por Falange el pasado 12 de octubre en Vitoria-Gasteiz. Lo ha dicho en respuesta a las críticas del grupo Elkarrekin, que reclamaba explicaciones por la celebración de un acto que derivó en enfrentamientos, detenciones y daños materiales.
González ha afirmado que, aunque la concentración le “horroriza”, legalmente la institución foral no puede impedirla: “La institución foral no autoriza o deniega este tipo de concentraciones porque no le corresponde”.
“No deben ser un partido legal”
Durante su intervención, el diputado general ha sido contundente al valorar el tipo de manifestación protagonizada por Falange. “Quienes vienen a hacer el saludo nazi, fascista, a cantar el Cara al sol, a amenazar a la pacífica gente de Vitoria-Gasteiz, no deben de ser un partido legal”, ha declarado. Y ha insistido: “Esto ya no va… no es derecha, extrema derecha, esto va más allá. Esto es fascismo en estado puro”.
En su opinión, la única vía posible para impedir este tipo de actos es la aplicación de la Ley de Partidos: “La única vía sería la de la ilegalización”, ha subrayado.

Condena también los disturbios
González ha aprovechado su intervención para rechazar también la violencia registrada tras el acto. En su valoración, los incidentes no pueden justificarse como una forma legítima de respuesta: “La respuesta no es la violencia”, ha dicho.
Y ha criticado la actuación de los grupos que protagonizaron los altercados posteriores: “La respuesta no es que un grupo de cientos de jóvenes con la cara tapada, uniformados de negro, jerarquizados y parece que financiados, cause disturbios en la ciudad”.
El acto de Falange se saldó con casi una veintena de personas detenidas, además de varios heridos y cuantiosos destrozos en el mobiliario urbano de la ciudad.
    
    




