Estos días hemos vivido las protestas de los trabajadores y trabajadoras de TUVISA, y la verdad es que creo que han aguantado mucho la situación de mala gestión que se ha ido viviendo año tras año. Solo hay que recordar que ya en agosto de 2017, mandando el PNV con el Sr. Urtaran a la cabeza, el comité ya denunciaba el “vergonzoso” estado de la flota de autobuses. Ya era hora del “puñetazo” encima de la mesa, y por todo ello voy a intentar hacer una valoración de esa gestión.
En los últimos meses, ha habido días donde han llegado a faltar hasta 22 conductores/as, quitando servidores de las líneas y teniendo a gente esperando en las paradas, pues el paso deja de ser cada 10 minutos, llegando en algunos tramos horarios a 20 e incluso a más si es a partir de las 20 horas. Sé que mucha ciudadanía se puede preguntar cuál es la razón. La respuesta es muy sencilla: ha llegado un momento en el que la gente se ha cansado de salir a trabajar en sus días de descanso.
Ya en sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco de 2019, la empresa reconocía “Que en el ejercicio 2018, la sociedad municipal estimó 11.840 horas acumuladas a compensar, equivalentes a 1.480 jornadas”. Pero hay que decir que si esas jornadas no se compensan con otros descansos al año siguiente, aumentan casi al doble. Eso significa que año tras año el déficit de personal de más de 15 conductores/as a lo largo de todo el año, y eso ha seguido con esa gestión de mal en peor, “hinchando cada vez más el globo”, hasta que 5 años más tarde la plantilla ha dicho basta.
Y luego vienen las mentiras para desconcertar a la ciudadanía y que, en lugar de quejarse contra ellos, lo hagan contra los trabajadores/as. Voy a enumerar algunas:
En unas declaraciones, el Sr. Gurtubay dijo que pedían una subida del 10%. Vamos a ver, Sr. (en letras pequeñas), porque parece que no da para más. TUVISA es una empresa pública y se rige por los Presupuestos Generales del Estado, al igual que el personal del Ayuntamiento, y así ha sido durante años.
El personal de TUVISA no son funcionarios, son laborales de una empresa pública, tal y como dice la sentencia del Tribunal Supremo sobre el tema del ERTE.
Las reivindicaciones, por tanto, no son económicas, sino de condiciones laborales: llevar unos autobuses que no tengan una “millonada” de kilómetros, o como los híbridos que de repente pierden fuerza y dejan de funcionar las ayudas a la frenada y a la dirección, dan un “yuyu” viajar en ellos o simplemente ir con tu vehículo particular detrás y que se pare de repente y te lo puedas “comer”.
En cuanto a las líneas, cada vez las alargan un poco más, manteniendo los mismos horarios, y eso a pesar de que se han puesto muchas calles a 30. No respetan ni lo que sus responsables de Prevención indican, que cuando lleguen a una parada hagan algún estiramiento. “Me parto de risa”.
Solo les queda dos opciones: o llevar a los viajeros y viajeras como ganado de lado a lado o cumplir las normas de tráfico y andar todo el día tarde. En mi opinión, deberían optar por lo segundo.
Cada día que pasa parece que solo piensan en externalizar trabajos como la limpieza de los autobuses o el mantenimiento de los autobuses eléctricos, y todo por no querer dar la formación adecuada, porque los trabajadores de mantenimiento nunca se han negado a realizar estas tareas. La empresa las externaliza para ahorrar costes y ya veremos si ello no supone el despido de estos trabajadores.
Luego vienen las malas artes que utilizan la mayoría de los políticos cuando surge un conflicto, y el Sr. Gurtubay es un especialista en embarrar todo lo posible. Esto es lo que aparecía en prensa: Según el Ayuntamiento, faltan conductores porque los delegados sindicales “de repente y de forma inusual” se han pillado todas las horas libres que les corresponden, y a los chóferes de libranza que se ha llamado para cubrir esas bajas –como se hace en otras ocasiones– han respondido que no, y ese es el problema que he explicado antes: “quitas” la fiesta a una persona, pero se lo tienes que dar otro día y así todo.
Lo de los delegados sindicales es mentira, puesto que son horas que les corresponden y horas que deben de solicitar con 48 horas de antelación, tal y como dice el Artículo 154, Pto.3: “Para el disfrute de las horas sindicales, se comunicará al superior jerárquico con la antelación de 48 horas laborables al objeto de velar por la adecuada organización y prestación de los servicios públicos”, por tanto, cuando dicen de repente, no están diciendo la verdad.
En otras declaraciones, el presidente de TUVISA muestra su «plena disponibilidad» para realizar «las reuniones que hagan falta de cara a poner fin a las movilizaciones», eso son solo palabras, porque tal y como ha indicado en el Consejo de Administración de noviembre, no aceptando ninguna propuesta de otros grupos políticos, “el pescado está todo vendido”.
De modo que en la reunión del día 14 de diciembre fue vacía, y lo que el presidente espera ahora es que los sindicatos «valoren la respuesta», para conocer su opinión y ver «si les parece aceptable, matizable, hay que reformular los planteamientos o mantienen los paros». En mi opinión, poco pueden decir a nada.
El pasado 29 de noviembre pude leer en el buzón del ciudadano un comentario que da la razón totalmente a lo que están haciendo los trabajadores y trabajadoras de TUVISA, y es el siguiente:
Cuente, señor Gurtubay, de todos los autobuses que hay y viendo cómo están muchos de ellos, si tener solo 33 buses nuevos de los últimos 8 años son suficientes para mantener un servicio cómodo, moderno, accesible (que solo los buses de 2017 a esta parte tienen doble rampa); y que no ponga de mala «osti*» a la gente que o bien se queda tirada en la parada por el deplorable mantenimiento que hay, o cuya avería le pilla en pleno autobús.
No me extraña que el personal vaya a la huelga (al señor Gurtubay parece que le ha pillado sorpresivamente), si son los que se comen toda la «mierd*» de la flota más el cabreo de la gente por los constantes fallos de la misma. Si es que estaban tardando, y lo peor es que vais a seguir pasándoos por el forro las peticiones tanto del personal como de la ciudadanía.
¿Qué solución nos vais a proponer? Esa es la pregunta del millón. Porque no sé si la señora Etxebarria está muy por la labor de lavar la imagen de TUVISA, y le recuerdo que parte de los autobuses de la flota 2006-2009 los compró su predecesor socialista en el cargo que ocupa, el señor Lazcoz; a ver si así se le pega algo del ejemplo del alcalde atroz.
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INFORMACIÓN DEL AUTOR
ANDRÉS MAYO
Colaborador de GasteizBerri.com desde el año 2020.