Las monjas clarisas de los monasterios de Orduña y Belorado han decidido abandonar la Iglesia Católica, alegando «persecución por parte de superiores, otras religiosas y sacerdotes». Esta decisión está motivada por la polémica surgida en una operación inmobiliaria frustrada y su posterior adhesión a la doctrina del autoproclamado obispo Pablo de Rojas Sánchez Franco, vinculado con la secta del Palmar de Troya.
En un conflicto que se ha intensificado con el tiempo, las monjas clarisas planeaban vender un convento vacío en Derio para comprar el monasterio de Orduña, propiedad del obispado de Vitoria. Sin embargo, la operación se estancó debido a incertidumbres sobre la identidad del comprador y la negativa del Vaticano a aprobar la transacción. Frustradas por esta situación y lo que describen como una persecución continua, las monjas han optado por una ruta drástica, renunciando a su lealtad hacia la Iglesia Católica actual y sus líderes.
Las monjas ahora declaran que solo reconocen la autoridad de los papas hasta Pío XII, rechazando a los sucesivos pontífices, a quienes consideran herejes. Este cambio de lealtad las pone bajo la dirección de Pablo de Rojas Sánchez Franco, quien ha sido excomulgado por sus actividades y asociaciones con grupos considerados sectarios.
El conflicto ha provocado una respuesta oficial del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y del obispado de Vitoria, quienes han expresado su preocupación por las acciones de las monjas y la posible influencia de la superiora del convento de Belorado en estas decisiones. Según los informes, la compra del monasterio de Orduña se había acordado inicialmente por 1,2 millones de euros en octubre de 2020, con la madre abadesa indicando en marzo de 2024 la existencia de un benefactor dispuesto a financiar la compra.
LAS NOTICIAS EN TU MÓVIL
¿Quieres recibir las noticias de GasteizBerri en tu teléfono móvil?