La situación en el Servicio de Bomberos de Vitoria-Gasteiz continúa en punto muerto mientras la plantilla mantiene las medidas de presión iniciadas hace semanas. Los problemas operativos se siguen sucediendo, como quedó patente ayer con las dificultades surgidas por la falta de mandos, ya que los bomberos se niegan a realizar funciones de mando superior en el contexto actual de la huelga.
La plantilla denuncia que persisten los principales problemas que motivaron las protestas: la falta de refuerzos cuando se requieren efectivos adicionales, la no realización de servicios considerados no urgentes, y la incertidumbre sobre la situación en la jefatura tras la dimisión del jefe del servicio la semana pasada.
En muchos turnos, el número de efectivos disponibles apenas alcanza los servicios mínimos establecidos para la huelga, lo que complica la operatividad del servicio. Además, cuando se realizan llamadas para cubrir necesidades extraordinarias, «nadie acude al parque», según fuentes del colectivo.
El próximo lunes podría ser una fecha clave para el desarrollo del conflicto, ya que está prevista una reunión entre representantes del Departamento de Seguridad, Hacienda y Función Pública del Ayuntamiento y el comité de personal. Los trabajadores evaluarán en asamblea la propuesta municipal tras este encuentro.
Mientras tanto, la plantilla mantiene su postura y no descarta nuevas movilizaciones si no se alcanzan acuerdos satisfactorios. Por el momento, según indican fuentes sindicales, no se ha recibido ninguna propuesta concreta por parte del consistorio.