La negociación de los presupuestos municipales en Vitoria-Gasteiz sigue avanzando, con un escenario político marcado por las diferencias dentro de la izquierda. Todo apunta a que EH Bildu volverá a ser el partido clave para que el gobierno de Maider Etxebarria (PSE-EE y PNV) logre aprobar los presupuestos de 2025. Sin embargo, tanto EH Bildu como los partidos que conforman el gobierno mantienen una estrategia de ambigüedad e incluso intentan introducir un factor sorpresa en las negociaciones.
Este sería el segundo año consecutivo en que EH Bildu actúa como socio clave del gobierno municipal, consolidando un papel que ha generado optimismo en sus filas y preocupación en Elkarrekin, que queda cada vez más relegado.
EH Bildu, protagonista en las negociaciones
EH Bildu, que fue el partido más votado en las últimas elecciones municipales, se ha convertido en el interlocutor prioritario del actual gobierno. Desde el partido se muestran optimistas respecto a los acuerdos alcanzados, especialmente en temas cruciales como los presupuestos y las ordenanzas fiscales.
El camino de EH Bildu hacia esta posición comenzó tras las elecciones municipales, cuando el gobierno de Maider Etxebarria se formó gracias al apoyo inicial del Partido Popular. Este pacto tenía como objetivo impedir que EH Bildu, a pesar de ser la fuerza más votada, obtuviera la alcaldía. Sin embargo, con el paso del tiempo, el apoyo del PP se ha desvanecido, abriendo la puerta a una colaboración más estrecha entre el PSE-EE, el PNV y EH Bildu.
Esta evolución deja a EH Bildu en una posición privilegiada para influir en las decisiones clave del Ayuntamiento, desplazando a otros actores políticos.
Elkarrekin, fuera del foco
Elkarrekin, que en la legislatura anterior fue el socio preferente del gobierno liderado por Gorka Urtaran, se enfrenta ahora a una realidad muy distinta. Fuentes cercanas a las negociaciones afirman que las reuniones entre Elkarrekin y el gobierno son «más que breves», lo que refleja una falta de interés por parte del equipo de Maider Etxebarria en mantener un diálogo fluido con esta formación.
La situación interna de Elkarrekin roza el desánimo. Han pasado de ser un actor relevante en las decisiones municipales a ocupar un lugar secundario. El último gran acuerdo alcanzado por Elkarrekin fue la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pero desde entonces su peso en las negociaciones se ha reducido drásticamente.
Según el analista político Mikel Gómez, el declive de Elkarrekin se debe en parte a factores externos, como su retroceso electoral y las tensiones internas dentro de Sumar. «Elkarrekin tiene ahora menos capacidad para marcar la agenda mediática y de negociación. En Madrid, Podemos negocia porque son necesarios, pero en Vitoria eso no ocurre: el gobierno puede buscar a EH Bildu como alternativa», señala Gómez.
Una izquierda dividida
El contraste entre EH Bildu y Elkarrekin no podría ser más evidente. Mientras EH Bildu celebra su influencia en las decisiones municipales, Elkarrekin lucha por recuperar su protagonismo.
Para Gómez, la estrategia de Elkarrekin debería centrarse en criticar las debilidades del equipo de gobierno, como «la falta de liderazgo de la alcaldesa y la crisis electoral del PNV». Sin embargo, su enfoque actual, «que busca confrontar a EH Bildu, podría seguir desgastando su apoyo entre los votantes de izquierda».
La negociación de los presupuestos, más allá de ser un trámite administrativo, está marcando las relaciones de poder en el Ayuntamiento y podría definir la trayectoria de los partidos en los próximos años.
