ERTE de Tuvisa y la derogación parcial del convenio del ayuntamiento, o cómo “utilizar” la crisis sanitaria para hacer recortes a las y los trabajadores públicos
Ramón Uriarte Ibañez Secretario de ELA-GIZALAN en Gasteiz.
La sentencia sobre el ERTE de TUVISA, ha dejado, una vez más, en evidencia al Ayuntamiento de Gasteiz y a su alcalde Gorka Urtaran. Su afán por llevar a cabo recortes así como su confianza en un servicio jurídico que sigue a pies puntillas la voluntad de su amo, ha vuelto a jugarles una mala pasada.
En materia laboral, el alcalde de Vitoria-Gasteiz y su equipo tienen la mala costumbre de imponer sus decisiones, ya que carecen de la mínima voluntad de llegar a acuerdos; ya lo demostró en 2016 cuando retiró de la mesa de negociación la propuesta que nos había trasladado Función Pública, porque él, en su prepotencia, la consideró demasiado ventajosa para las trabajadoras y trabajadores. Posteriormente, el Ayuntamiento se embarcó en una reclamación de las primas de jubilación abonadas a los bomberos y al personal laboral durante los 4 años anteriores, que perdió uno tras otro en los tribunales.
En marzo, en plena pandemia, el Ayuntamiento decidió imponer un ERTE a la plantilla de TUVISA, contra toda evidencia; pretendiendo derivar el déficit económico a la Administración del Estado y a los propios trabajadores. Ha sido una de las pocas administraciones en todo el Estado (la única en la CAPV) que ha tramitado un ERTE para una sociedad pública de las características de TUVISA. El resultado ha sido un nuevo fracaso.
Además la deslealtad institucional es absoluta, hasta el punto que el SEPE se personó en el juicio para defender sus intereses, por lo que llama poderosamente la atención la actitud del PSE en este tema, que en Madrid Decreta para que las administraciones se deban responsabilizar cada una de su ámbito y sin embargo en Vitoria-Gasteiz refrendan con su voto los desmanes de su socio de gobierno. La deslealtad con los propios trabajadores y trabajadoras ya no nos sorprende, es propiedad intelectual de un Alcalde y su equipo de gobierno que nos “utilizan” a su antojo desde el neoliberalismo radical-Thatcheriano.
Unos días más tarde de presentar el ERTE de Tuvisa deciden modificar, unilateralmente, por Decreto, el Convenio Colectivo del personal del Ayuntamiento; de nuevo nos veremos en los tribunales y en la calle.
Estamos convencidos de que el Ayuntamiento volverá a hacer el ridículo, pero, entre tanto, además de seguir demostrando su incapacidad más absoluta para llegar a acuerdos, destroza expectativas de trabajadoras y trabajadores a los que de modo totalmente injusto priva de unas retribuciones a las que se han hecho acreedores después de trabajar en el Ayuntamiento durante muchos años; es la manera de agradecerles su fidelidad y entrega, sin importarle que en este momento muchos/as de los/as afectados/as estén jugándose la propia salud y la de sus familias para hacer frente a la pandemia sanitaria (¿o quizás lo hace para aprovecharse del shock en que se encuentra la población?). Tanto el Alcalde como el Concejal de Función pública se niegan incluso a reunirse con los directamente afectados y el Comité; no tienen valor para decirles a la cara: os vamos a “ quitar “ a vosotros por el bien común.
El argumento es el mismo en todos los casos: el Ayuntamiento tiene problemas económicos para hacer frente al presupuesto. Y la solución hasta la fecha siempre ha sido la misma, recortar a los/as trabajadores/as y dejar sin servicios públicos a la ciudadanía. Eso es lo que han pretendido con los de TUVISA y lo que pretenden con el personal del Ayuntamiento. Todos los casos analizados pasan por “saquear” a unos cuantos, a los que pillan más desprevenidos o quizás a los que consideran que se van a defender peor o que les pueden echar a los leones de la opinión pública tratándoles de privilegiados y de ese modo buscarse aliados.
En ningún caso se realiza un análisis sobre la realidad de las condiciones laborales, porque si se hiciera quedaría patente que el personal del Ayuntamiento de Gasteiz, tras sufrir recorte tras recorte, tiene una temporalidad superior al 40% y un salario inferior al de hace 15 años.
Tampoco interesa hacer un análisis sobre la recaudación necesaria para afrontar los servicios públicos. Cuántos impuestos se pagan y quién paga los impuestos. Y no se hace porque quedaría al descubierto que los trabajadores y trabajadoras pagamos la mayoría de lo que se recauda, mientras que quienes tienen fortuna y los grandes empresarios pagan muy pocos impuestos y por eso la recaudación es escasa; muchísimo menor, que la recaudación media europea.
La crisis sanitaria ha dejado en evidencia la necesidad de unos servicios públicos fuertes, mucho más fuertes que los que disponemos en la CAPV. Para hacerlos posibles es necesaria una recaudación mayor, para lo que es imprescindible modificar la normativa fiscal; necesitamos una fiscalidad, al menos, como la media europea (supondría 6000 millones de euros más al año en la CAPV); que tributen de modo justo empresas y capital dejando de cargar todo el peso de los impuestos en las trabajadoras y trabajadores. Esas son las medidas que se deben articular desde la política, para eso necesitamos a la política, para tomar medidas que equilibren la sociedad y no para hacer recortes, que como ha quedado claro en esta crisis los acabamos pagando muy caros, directamente con la vida en muchos casos.
En Gasteiz a 29 de mayo de 2020
Este alcalde se merece que desaparezca de la vida de todos o casi todos los alaveses , hace la vida difícil y un gran aprovechado de nuestra economía. Seguro que para las elecciones pone todos los urbanos …etc al día , hay que reflexionar !!!
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