
En un principio, el nombre de Bud Bunny o Kanye West no lo asociamos para nada con la páginas pornográficas, pero a día de hoy tiene bastante que ver. Y es que la plataforma PornHub en su afán por ir más allá del contenido para adultos, ha emprendido otros terrenos como pueden ser el mundo del entretenimiento en EE.UU. Por eso, no resulta tan extraño que en la última edición de los PorHub Awards, los premios que otorga esta entidad a los profesionales del porno, actuará el cantante puertorriqueño Bud Bunny, un año después de que lo hiciera ni más ni menos que Kanye West.
No es porno todo lo que reluce. Se ha puesto en marcha una petición en la que se pide el cierre de PornHub por lucrarse con vídeos en los cuales se producen abusos sexuales y violaciones. Sin ir más lejos, el año pasado la web tuvo 42.000 millones de visitas a través de los más de 6 millones de videos que ofrece de manera gratuita y sin restricciones de edad.
La realidad es que además de PornHub, muchos otros portales ofrecen pornografía muy violenta y con la categoría de adolescente, una de las más populares y delicadas, ya que se tiene que asegurar que las personas implicadas han dado su consentimiento y son mayores de edad.
Esto mismo es lo que denuncia la cineasta Erika Lust en “Hot Girls Wanted: Turned On” (2017) en Netflix, una serie documental que cuenta con historias personales en las que nos muestran cómo la confluencia de sexo, tecnología y relaciones íntimas está cambiando nuestra percepción del mundo.
En uno de estos episodios, la directora sueca explica mientras descubre una anuncio de porno adolescente en uno de estos portales que “no se puede ignorar el hecho de que hoy en día, el porno es la educación sexual, sobre todo para las personas que no han tenido ninguna experiencia sexual en su vida”. De hecho, el 40% de lxs jóvenes de entre 14 y 18 años sexualmente activxs dicen haber aprendido más de sexo con el porno que en la escuela.
No obstante, ella tiene una manera muy diferente de trabajar: recibe las fantasías sexuales de sus fans y ella las selecciona y las convierte en cortometrajes eróticos. Todo ello desde un punto de vista honesto, donde prima la igualdad y el cuidado de la imagen, algo poco habitual en esta industria.
En cualquier caso, no solo encontramos sexo explícito en el porno. El cine francés lleva años bastante acostumbrado a escenas de sexo real y hoy en día estas películas se exhiben en los festivales más importantes del planeta. Eso sí, no exentas de polémica. Por eso, el film “Love” del argentino afincado en Francia Gaspar Noe estrenado en 2015 en Cannes, despertó la curiosidad del público alentado por las escenas de sexo real en 3D. Sin embargo, la justicia francesa prohibió el acceso de los menores de 18 años a las salas donde se proyectó tras las presiones conservadoras.
Otros títulos como “L’Inconnu du lac” (2013), “La vida de Adèle” (2013) o “Theo y Hugo, París 5:59” (2016) se quedan muy atrás de algunos que ya fueron bastante transgresores en su momento y que lo son incluso a día de hoy. Sin ir más lejos, en «Calígula» (1979), el director de cine erótico Tinto Brass contó con Malcolm McDowell y Helen Mirrer para encarnar al emperador romano y a su mujer.
De esta cinta existen dos versiones: la original del director Tinto Brass, con escenas sexuales, pero apta para la exhibición en salas comerciales, y la versión sin censura de 1984, que en realidad fue extendida a posteriori por el productor Bob Guccione (fundador de la revista Penthouse). Esta segunda versión incluye escenas explícitas de desnudo integral, de sexo lésbico y homosexual, y otras alusivas al incesto y la zoofilia.
El estreno del film no pasó desapercibido por las salas, pues además de las malas críticas, tuvo varios problemas legales por su contenido violento y sexual. De hecho, su versión sin cortes sigue vetada en varios países.