En lugar de celebrarse el jueves anterior a Nochebuena, tendrá lugar el martes 22 de diciembre.
La pandemia de la COVID-19 no va a quitarnos una de nuestras tradiciones más navideñas, el Mercado de Navidad. Fundación Vital ha trabajado para que este emblemático evento pueda celebrarse atendiendo a los condicionantes de la situación actual. El martes 22 de diciembre la plaza de España acogerá la 63ª edición del mercado en un formato reducido y en el que solo habrá productores y artesanos alaveses.
Los productores y vendedores interesados en participar deberán presentar las solicitudes entre el 2 y el 12 de noviembre exclusivamente a través de www.fundacionvital.eus.
El Mercado de Navidad se ha celebrado en la capital alavesa durante más de seis décadas, y este año no será una excepción.
Aunque no podrá ser igual, se trata de mantener una iniciativa que económicamente es muy importante para los pequeños productores y artesanos, y que además entronca con las tradiciones y hábitos de la ciudadanía. Por esta razón, Fundación Vital ha apostado por adaptarse a la situación actual y cumplir con aforos, distancias y medidas de seguridad necesarias para poder celebrarla.
El primer cambio relevante es la fecha. En lugar de celebrarse el jueves anterior a Nochebuena, tendrá lugar el martes 22 de diciembre. Abrirá sus puertas a la hora habitual, las 9 de la mañana, y se prolongará hasta las 14:30 horas. La necesidad de reducir aforos y evitar aglomeraciones ha llevado a que en la plaza de España únicamente pueda haber hasta un máximo de cuarenta expositores, un tercio de lo habitual. Por este motivo, y por las restricciones de movilidad existentes entre territorios e incluso entre comunidades, todos los puestos estarán atendidos por productores alaveses. Por esta razón, se llamará Mercado de Navidad de producto alavés, y se pretende que el 100% de los productores y artesanos locales que habitualmente toman parte en esta feria puedan participar.
Se prevé que haya una amplia variedad de productos caseros como frutas, verduras y hortalizas; carnes y embutidos; quesos, miel, patés, conservas, vinos y licores; pan y repostería (pastel vasco, rosquillas o tartas) u otros productos alimentarios (navideños, ecológicos, trufa, huevos o aceite de Álava, así como artesanía local (bisutería, artículos de lana, madera, flores y plantas). Todos ellos cumplen las normas de control dictadas por el Departamento de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Como es lógico, este año no podrá haber degustación de productos en ningún puesto, autoservicio en los productos de alimentación, y tampoco se podrá disfrutar de la exposición y venta de aves de corral, al tratarse de uno de los focos que más aglomeración de personas suele producir.
Se va a habilitar una única entrada desde la plaza de la Virgen Blanca, y dos salidas, una hacia la calle Dato y otra hacia Correos (Lehendakari Aguirre). Como es lógico, el tránsito de público será unidireccional, no pudiéndose retroceder, y los puestos estarán separados entre sí por 2,5 metros. Además, se dejará un pasillo central de 10 metros para que puedan formarse colas cómodas en cada puesto. En la entrada al recinto y en diversos puntos de la feria habrá dispensadores de gel hidroalcohólico a disposición del público, y se vigilará especialmente el uso de mascarilla, el cumplimiento de las normas de distanciamiento físico y que no se produzcan aglomeraciones. En caso de que se produzcan picos de afluencia masiva de gente, se impedirá la entrada al recinto hasta que se pueda garantizar el aforo.