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La Justicia ordena paralizar el suministro no vigilado de psicofármacos en las cárceles vascas

Gasteizberri.com ha tenido acceso al Auto del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria en el que se concluye que “es necesario eliminar definitivamente la circulación de los psicofármacos en prisión” “por imperativo legal y por humanidad”.

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  • Las nuevas drogas con más consumo en las cárceles vascas son los medicamentos psicoactivos.
  • El origen: protocolos «disfuncionales» para los tratamientos con estos fármacos, según la justicia.
  • Se cumple estos días el mes que el Juzgado dio a las administraciones para rediseñar el protocolo de suministro de psicofármacos.
  • El auto explica que graves incidentes que ocurren en las cárceles estarían ocurriendo por el consumo y tráfico de estos medicamentos, que se suministran para administrarse sin supervisión.
  • “Es necesario eliminar definitivamente la circulación de los psicofármacos” en las prisiones vascas.

La muerte de la segunda persona fallecida este año por sobredosis en la cárcel de Zaballa, en Álava, ha destapado errores flagrantes en el diseño de los protocolos de tratamiento con psicofármacos en el territorio de Álava y Gipuzkoa. el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria comenzó una investigación de oficio sobre los hechos ocurridos tras recibir comunicación de esta segunda muerte, el 28 de julio. En el auto con las conclusiones, al que GasteizBerri.com ha tenido acceso, la magistrada Ruth Alonso Cardona constata que existen importantes deficiencias en el suministro de medicamentos a reclusos “en particular psicotrópicos”.

“La medicación no ingerida por los pacientes deja de formar parte de un tratamiento médico, pierde la naturaleza de medicamento y se convierte en pastillas psicotrópicas que se incorporan al mercado negro de sustancias tóxicas. La administración sanitaria alimenta este mercado, de forma involuntaria, con regularidad y eficacia.”

Según la Magistrada, el mal diseño de dichos protocolos “incide en derechos fundamentales de los internos (como la salud, la integridad física y la vida)”. Y pone cifras a una situación alarmante en las cárceles vascas: en lo que va de año se han registrado 28 intoxicaciones por consumo de psicofármacos, incluyendo los dos fallecimientos ocurridos en Zaballa. 

El tráfico y consumo de dichos medicamentos conlleva graves perjuicios también para la población de los centros penitenciarios: la magistrada constata un aumento de amenazas, coacciones y agresiones a internos y a funcionarios “debido [en la mayoría de ocasiones] a consumos de medicación psicoactiva que no se administra de manera directa supervisada». 

La falta de control en el suministro de medicamentos ha cambiado también las pautas de consumo de una población reclusa eminentemente consumidora de drogas. El documento revela que un 75% de los presos en cárceles vascas son consumidores de sustancias

“De las drogas psicotrópicas se ha pasado al consumo y tráfico de dosis de fármacos” que se acumulan cuando los pacientes no toman las dosis que reciben a diario. 

El auto decreta obligatorio el tratamiento directamente observado (DTO) (dispensación e ingesta supervisada) de todos los internos/pacientes “a los que se les paute psicofármacos” y ordena a las administraciones y organismos responsables en los tres territorios, incluido el Gobierno Vasco, a rediseñar el protocolo de administración de medicamentos para frenar “una realidad que debe evitarse por imperativo legal y por humanidad”. 

 La atención médica de los reclusos en el País Vasco es competencia desde 2011 del Gobierno Vasco.

Tres cárceles, tres sistemas distintos

La estadística que este año registran las cárceles vascas junto con los protocolos de tratamiento de cada una de las instalaciones (todas distintas) ponen en evidencia las graves consecuencias de instaurar protocolos defectuosos para el tratamiento con psicofármacos. Además, según el auto, “entre un 4-5%» de la población reclusa en el País Vasco “padece algún tipo de enfermedad mental, entre el 30-40% algún tipo de trastorno de la personalidad y entre el 70 y 75% es consumidor de algún tipo de sustancia psicotrópica”.  

El documento, fechado a 7 de octubre, enumera los casos de sobredosis en las tres cárceles vascas desde que comenzó el año. 

En el Centro Penitenciario de Araba, al menos dos de los cinco fallecimientos registrados este año se han producido “según todo indica” por medicamentos de naturaleza psicotrópica. Además ha habido 5 ingresos en UCI, 6 ingresos en medicina interna, 1 salida a urgencias y 10 atenciones en enfermería del Centro de Salud de Zaballa todas ellas por intoxicación medicamentosa. 

Destaca la magistrada que las únicas dos atenciones realizadas por causas no relacionadas con el consumo de medicamentos han sido por ingesta de cocaína y ketamina. 

En Martutene, Gipuzkoa, se han producido este año 5 intoxicaciones, 4 de ellas por psicofármacos y uno por ingesta de ketamina.

No se han producido intoxicaciones medicamentosas a lo largo de este año en la cárcel de Basauri, en Bizkaia. [Solo dos cuadros de intoxicación etílica por “alcohol casero” y gel de desinfección de manos que requirieron el traslado a urgencias aunque no acabaron en ingresos hospitalarios.]

Para entender semejantes diferencias el auto detalla los diferentes métodos con los que se suministran las dosis de medicamentos en cada una de las cárceles vascas.

Araba

En Zaballa “personal Auxiliar de Enfermería y de Farmacia de OSI ARABA” entregan los medicamentos prescritos a los reclusos de tres maneras

  • “La más habitual”: Reparto de un sobre diario (cada mañana) con la medicación psicotrópica de ese día haciendo que el paciente autogestione su propia medicación durante todo el día.
  • Reparto durante el día en cada desayuno, comida y cena. En un sobre con la medicación en su interior que el recluso debe tomar en ese momento, aunque la jueza anota que “no se supervisa la toma”. 
  • Tratamiento directamente observado (T.D.O.): se supervisa la toma de toda la medicación que ha de tomar un paciente. Hasta ahora este método se reservaba a pacientes en “artículo 72, en Programa de Prevención de Suicidios, en programa de Prevención de Sobredosis y a aquellos a los que no se augura un buen cumplimiento terapéutico.”

Bizkaia

En la cárcel de Basauri, la medicación psicofarmacológica es administrada por enfermeros o personal médico, de manera presencial “a la mañana y a la noche para garantizar la ingesta de la misma.” 

Se utilizan “5 postulados” para asegurar la correcta administración de los fármacos: “identificación del paciente, fármaco correcto, dosis correcta, vía correcta y hora correcta.” Tras la administración el profesional enfermero firma un registro y si, por cualquier causa, no se administra la medicación a un determinado paciente “la incidencia es recogida en su historia clínica, especificando el motivo”. 

Gipuzkoa

Con 4 intoxicaciones por psicofármacos en lo que va de año, “no toda la medicación es supervisada, tan solo a pacientes con diagnóstico psiquiátrico, mala adherencia al tratamiento o con pauta de mucha medicación”. 

También refleja el auto las pautas de prescripción de los medicamentos. 

Según la información recabada en la instrucción del auto en Gipuzkoa y Bizkaia se revisan los tratamientos prescritos cada “2 a 3 semanas”, con la valoración del equipo Salud Mental-Adicciones. La revisión y valoración se hace antes si se detecta una alteración en el curso clínico del paciente o cuando el mismo paciente “demanda modificaciones, ajustes o aumentos”. 

En el caso de Álava, la jueza escribe: “Se desconoce cada cuanto tiempo el Equipo de la Red de Salud Mental de Álava revisa la pauta de la medicación psicotrópica prescrita”.

La administración sanitaria alimenta este mercado, de forma involuntaria, con regularidad y eficacia.

En el escrito, la magistrada remarca que la correcta administración de estos medicamentos requiere de los pacientes “una actitud de conciencia de la enfermedad que padecen de responsabilidad personal y cooperación en su proceso de curación del que carece un porcentaje importante de los internos/as.” 

La acumulación de medicación psicotrópica en dependencias privativas o comunes del centro penitenciario, con acceso generalizado y descontrolado a la misma por parte de la población interna es un factor determinante de estas “disfunciones regimentales”. “Por lo que el centro penitenciario deviene en un espacio tóxico, por lo tanto inadecuado para el tratamiento de personas adictas al consumo de sustancias tóxicas.”

“Las actividades ilegales de tráfico y consumo en el centro penitenciario, se nutre principalmente por la medicación psicotrópica asociada a los tratamientos médicos prescritos a la población interna”. 

“La medicación no ingerida por los pacientes deja de formar parte de un tratamiento médico, pierde la naturaleza de medicamento y se convierte en pastillas psicotrópicas que se incorporan al mercado negro de sustancias tóxicas. La administración sanitaria alimenta este mercado, de forma involuntaria, con regularidad y eficacia.”

Causan «el grueso» de los incidentes de las cárceles

Además de las muertes e intoxicaciones la jueza destaca que “el grueso de los incidentes” que se originan en prisión “lo son como consecuencia de la existencia de psicofármacos a disposición de los reclusos”. 

Entre los incidentes subraya, por su gravedad, “las amenazas, coacciones y agresiones a internos y a funcionarios”.

Según el auto, el mal diseño de los protocolos de gestión de los tratamientos ha llegado incluso a modificar las pautas de consumo de sustancias en las cárceles vascas

La jueza “constata que a lo largo de los últimos años, “se ha producido un cambio en el resultado de los cacheos y requisas que se realizan a los internos”, “pasando de la incautación mayormente de sustancias psicotrópicas y estupefacientes a la de psicofármacos. “En la actualidad es más fácil adquirir tales medicamentos que drogas”. 

Informes y declaraciones recabadas durante «años»

La magistrada avala su decisión por los informes y declaraciones en entrevistas mantenidas “a lo largo de los años” con las direcciones, los equipos, sanitarios e internos de los tres establecimientos penitenciarios-.  Además de las quejas y recursos que se presentan ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. 

“En la actualidad existe en el medio carcelario una realidad que debe de evitarse por imperativo legal y por humanidad y que es de fácil acometimiento con la necesaria colaboración entre las personas y administraciones implicadas, ya que hay recursos necesarios para ello”. 

“Por ello se concluye que es necesario eliminar definitivamente la circulación de los psicofármacos en posición y el único modo mediante el tratamiento directamente observado por el personal sanitario, quien supervisará la toma de toda medicación del día/noche para garantizar su ingesta por el paciente que la consecución de dicho objetivo.” 

La magistrada finaliza el auto ordenando: 

  • Que se decrete obligatorio el tratamiento directamente observado (TDO) a todos aquellos internos que reciban psicofármacos. 
  • Que las administraciones de los tres territorios históricos y de la Comunidad Autónoma implicadas configuren un protocolo de actuación que asegure el TDO.
  • Que la implantación definitiva del TDO se haga efectiva en el plazo de un mes (7 de noviembre).
  • La remisión del protocolo de actuación al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria “una vez haya sido elaborado”.

A la hora de publicación de esta noticia el equipo de GasteizBerri.com se encuentra a la espera de confirmación de los cumplimientos de dichas medidas. Ampliaremos la información en próximas actualizaciones.

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