
Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en las 52 capitales de provincia advierte de enormes diferencias en los tipos impositivos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Así, para una vivienda urbana con una base liquidable de 80.000 euros, sin bonificaciones, el importe medio del recibo del IBI varía entre los 774 euros de Lleida (con un tipo del 0,967%) y los 147 euros de San Sebastián (0,191%).
Según este estudio, las tres capitales vascas son las que menos pagan de todo el Estado. En el caso de Donostia, la más baja de todas las ciudades, la cantidad asciende a los 147 euros, mientras que Bibo es de 153. En el caso de Vitoria-Gasteiz, es la capital de Euskadi que más paga con 258 euros.
En lo relacionado con las bonificaciones, en el caso de Vitoria-Gasteiz existen siete tramos. Los descuentos varían según los ingresos y bonificación a aplicar sobre la cuota va desde el 20 y el 90%, siempre dependiendo de los ingresos que se obtengan.
El Ayuntamiento se defiende de tener el IBI más caro entre las capitales vascas.
«Si atendemos al ranking completo que esta organización elabora sobre 52 capitales de provincia, resulta que la capital de Euskadi tiene el tercer IBI más bajo del Estado. Muy por debajo de la media (475 euros) y casi tres veces menos que la ciudad más cara (745 euros)».
«En cualquier caso, desde el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz entendemos que un ranking de este tipo no ayuda a hacerse una idea real sobre el impuesto de bienes inmuebles y el sistema local de tributos en que se integra».
«Otro modo de aproximarnos a la realidad de cada municipio es el que Vitoria-Gasteiz viene utilizando en sus ponencias de fiscalidad, donde se utiliza como referencia un estudio comparativo en el que la base es el esfuerzo fiscal por habitante. Ese estudio indica, por ejemplo, que en impuestos directos (IBI, vehículos, IAE y Plusvalía) Vitoria-Gasteiz tenía en 2019 un esfuerzo fiscal por habitante de 364,53 euros, menos de la mitad que Madrid (732,05 euros), sensiblemente inferior al de Barcelona (656,78 euros) y por debajo de Donostia (407,5 euros)».
«En nuestra opinión, el análisis de un sistema fiscal en su conjunto ofrece una lectura más completa que figuras impositivas aisladas».