
Si hay un mes de persianas cerradas de negocios por excelencia, ese es agosto. Y no es porque cesen las empresas, sino porque 1 de cada 5 empresas cuelgan el cartel de ‘cerrado por vacaciones’. ¿Es un buen momento para cerrar? ¿Hay otras opciones?. Agosto es un mes en el que el volumen de facturación de muchos negocios disminuye enormemente, cayendo hasta un 50% de los beneficios mensuales. Por ello, no es de extrañar que el 18% de las empresas decida cerrar.
Sin embargo, un 45% opta por una vía intermedia: reducir su actividad en vez de cerrar completamente. Cada vez más, la competencia hace que sea más arriesgado cerrar todo un mes, por lo que las empresas optan por cerrar períodos más cortos o seguir operando con servicios mínimos, y en la medida de lo posible, incluso hay negocios de hostelería que trabajan a jornada “partida”, cerrando de 15 horas a 18 horas.
Así, la opción intermedia de limitar la actividad sin colgar el cartel de ‘cerrado por vacaciones’ y dejar un remanente para seguir operativos es una de las más empleadas. De hecho, los beneficios de mantener la empresa abierta cada vez son más visibles y se deben de considerar, ya que el no romper el ritmo de forma total, proporciona ciertas ventajas. Al no cesar la actividad, los ingresos continúan de forma constante y si además otras empresas del sector cierran, las posibilidades de captar nuevos clientes son mayores. Tanto es así que las empresas que un 37% de las empresas no varían su actividad y logran incluso aumentar los beneficios, no es normal que en una calle cierren a la vez tres negocios que se dedican a lo mismo.
Además, el no cerrar permite a los trabajadores, tener un momento de paz en el que planificar nuevas estrategias de cara al nuevo curso escolar, reorganizar el equipo o hacer cambios en el negocio que en el día a día son inviables.
Lo más importante antes de cerrar es avisar a los clientes, con suficiente antelación. Puede parecer algo demasiado obvio, pero hay tener en cuenta que, aunque se cierre todos los años o aunque en el negocio lo tengan muy claro todos los empleados, incluso aunque haya una nota en la web o colgada de una pared del establecimiento, los clientes no siempre se enteran a tiempo.
Cerrar una temporada al público es un riesgo porque puede invitar a los clientes actuales y potenciales a probar con la competencia. Un cliente de toda la vida puede optar por ir a la competencia «con la conciencia tranquila», si el establecimiento al cual es fiel está cerrado cuando necesita su producto o servicio.
No pasa nada por cerrar, siempre que se haga bien y con dos dedos de frente. El que cierra y se desentiende, hoy en día, con el entorno altamente competitivo que hay en la mayoría de los sectores, se juega perder un buen puñado de clientes y perjudicar a su negocio. Se puede echar la verja y seguir tratando bien a los clientes. Ellos también comprenden que el empresario necesita descansar.
En Gasteiz On he podido leer lo siguiente: “El comercio, la hostelería y los servicios locales asociados a Gasteiz On mantendrán durante este mes de agosto la línea seguida en los últimos años con el fin de ofrecer a vecinos y visitantes una oferta comercial completa y variada durante todo el verano. Este listado lleva publicándose desde 2009, de la mano de Gasteiz On para mantener informadas a las personas que pasan el verano en nuestra ciudad”.
“En esta ocasión, 253 establecimientos repartidos por toda la ciudad, con una especial incidencia en la hostelería y la moda, permanecerán abiertos durante el mes vacacional por excelencia”.
“Con el objetivo de facilitar el conocimiento sobre esta oferta comercial, desde Gasteiz On hemos editado en colaboración con el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y Diputación Foral de Álava, un folleto tanto en formato online como en formato físico, disponible en la Oficina de Turismo, en el Palacio Europa, en los principales hoteles y apartamentos de la ciudad asó como en los Centros Cívicos. Este servirá, asimismo, como guía para visitantes y turistas, con el fin de que el gasto que estos lleven a cabo en la ciudad se materialice en el comercio local”.
Me parece una idea genial, pero yo quiero sacar a debate otra situación y que quede claro que como “currela”, entiendo que todos los trabajadores/as y no solo ellos/as sino también por supuesto los propietarios/as, que al final unos días después de 11 meses de trabajo duro tienen derecho a un merecido descanso.
Y el tema es por qué muchos negocios no notifican a sus posibles clientes, no el día del cierre por vacaciones que al final casi me da igual, el problema es porque no ponen el día que vuelven a abrir, y que el cliente sepa cuando podrá acudir a comprar, a comer o simplemente a realizar cualquier consulta.
Hace unos días me encontré con unas amistades que pensaban comer en un restaurante de un barrio de la ciudad y el problema no es que estuviera cerrado por vacaciones, sino lo dicho anteriormente que no ponían el día que volvían a estar al servicio del cliente. Por supuesto en la guía solo es para los pertenecientes a “Gasteiz On”, y con lo cual el resto de ciudadanos/as la única forma que tenemos de saber cuándo podemos ir a comprar el pan, a tomar un café, a comer, comprar la fruta, etcétera, es que tengan puesto en su local un cartel con esas fechas y poder organizarnos, pues no ponen nada y eso al cliente habitual le hace “rabiar”.
Ya sé que imprimir un cartel se hace mediante una impresora conectada a la luz y que esta ha subido muchísimo, pero también se puede hacer con una hoja y un bolígrafo, que eso es barato a pesar de la guerra de Ucrania.
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