El número de personas sin hogar en Euskadi ha subido el 113,2% en los últimos diez años, pasando de 2.090 personas en 2012 a 4.456 en el presente año. Según datos que ha hecho públicos Eustat, los alojamientos y comedores sociales de nuestra comunidad han atendido 4.456 personas solo en 2022, esto es, 2 de cada 1.000 personas no tienen hogar.
Por Territorios Históricos, el 43,7% de la población sin hogar de la C.A. de Euskadi es atendida en centros de Bizkaia, siendo Bilbao la capital con mayor número de personas sin hogar. En Gipuzkoa, el 43% está en Donostia-San Sebastián y en Álava todas las personas son atendidas en la capital.
Es destacable el aumento de las personas atendidas en Gipuzkoa entre 2012 y 2022 (180,4%) y en Álava (132,3%), en comparación con Bizkaia (70,9%).
El 37,5% lleva más de 3 años sin un alojamiento propio
Si se mira por tipo de alojamiento del que las personas encuestadas son usuarias, el 23,3% duerme en un alojamiento colectivo, el 54,9% en pisos o pensiones cedidas por una entidad pública u ONG y el 21,5% restante en otros lugares no previstos para ser habitados. El 37,5% lleva más de 3 años sin un alojamiento propio.
Otras carencias detectadas son que el 2% declara no haber comido el día de la entrevista y el 31,8% no tiene ingresos. Sí los tiene un 22,6%, procedentes de una prestación social (incluida la RGI) y el 16,3% procedentes de donaciones de ONG. Casi el 60% de las personas entrevistadas, declaran que el principal gasto lo destinan a la comida.
Los hombres representan el 78,2% de las personas sin hogar
Por género, las personas sin hogar son hombres en un 78,2% de los casos, frente al 21,8% que son mujeres. De modo similar, en el conjunto de España, se trata de hombres en un 76,7% de los casos. Entre los hombres sin hogar, el 23,3% tiene nacionalidad española y el 76,7% restante tiene nacionalidad extranjera. En el caso de las mujeres de este colectivo, estos porcentajes no difieren tanto, ya que el 43,1% tiene nacionalidad española y el 56,9% restante, nacionalidad extranjera. En cuanto a la distribución por continentes, las personas extranjeras proceden principalmente de África (81,2%), seguido de América (11,4%) y de Europa (5%). Por países, la mayor parte proviene de Marruecos (47,9%) y de Argelia (11,3%).
Por edades, entre la población atendida destaca el grupo de jóvenes entre 18 y 29 años, el cual supone el 37,4% del total, seguido del grupo de 30 a 44 años (32,7%), del de 45 a 64 años (27,6%) y el de los mayores de 65 años, el menos numeroso, con el 2,2%. En el conjunto de las comunidades autónomas, el grupo más numeroso es el de personas entre 45 y 64 años, que supone el 43,3%.
La emigración, causa principal de la falta de hogar en 2022
Por otro lado, si atendemos a las causas que llevaron a las personas encuestadas a la falta de hogar, en 2012 y en 2022, se observan diferencias en las principales razones, ya que en 2022 se trata principalmente de la emigración (47,3%) y en 2012 era la pérdida de empleo (25,6%).
Casi la mitad de las personas sin hogar declara tener estudios secundarios
Otro aspecto a tener en cuenta de los datos recogidos son los estudios terminados de las personas encuestadas. El 48,3% tiene estudios secundarios, seguido por el 32,8% que dispone de estudios primarios y el 9,5% que manifiesta haber cursado estudios universitarios. El 9,2% de las personas sin hogar declara no tener ninguna formación. En cuanto a la relación con la actividad, sólo el 4,4% afirma tener una ocupación.
El 66,4% de las personas sin hogar no consume alcohol
Respecto a la salud, se podría destacar que en este colectivo el 27,6% padece una enfermedad grave o crónica, el 15,5% tiene una discapacidad y el 19,6% ha sido hospitalizado en el último año. En cuanto a las adicciones, el 66,4% y el 70,4% no consume ni alcohol ni drogas, respectivamente, si bien, el 13% señala ser consumidor de hachís o marihuana.
A los problemas de salud, se añaden los de inseguridad, puesto que el 10,9% de las personas sin hogar ha sido víctima de agresiones y el 16% de robos. Por otro lado, el 28,1% ha sido detenido en alguna ocasión. En este grupo, son hombres el 88,5% y mujeres el 11,5%. Con relación a los servicios sociales, el 84% de las personas sin hogar ha tenido contacto con personal de los servicios sociales y la valoración de la ayuda recibida es favorable en un 59,6% de los casos.
Evolución del sinhogarismo en la C.A. de Euskadi: hombres, jóvenes y extranjeros
La población sin hogar atendida en centros de alojamiento y en comedores sociales en 2022 se estima en 4.456 personas, lo que supone un incremento del 113% respecto al año 2012. Destaca también el aumento de las mujeres dentro del colectivo, así como de las personas jóvenes y extranjeras.
Atendiendo a sus características principales, el perfil de la persona sin hogar en la C.A. de Euskadi es un hombre extranjero, joven, de entre 18 y 44 años, soltero, con estudios secundarios y en paro.
Entre lo 18 y 29 años, los más afectados
Por edades, el grupo de edad más afectado es el comprendido entre los 18 y los 29 años, con 1.668 casos repartidos por Euskadi, un 130,4% más que hace diez años. Eustat no ha ofrecido datos desagregados por edades y provincia en la que se encuentra. Le sigue la franja de entre 30 y 44, con 1.454, 114,7% más, de 45 y 64 1.232, 92.8% más y entre los de 65 o más 99, 106,3% más.
2022 | 2012 | % 2022/2012 | |
Territorio del centro | |||
C. A. de Euskadi | 4.456 | 2.090 | 113,2 |
– Araba-Álava | 762 | 328 | 132,3 |
– Bizkaia | 1.947 | 1.139 | 70,9 |
– Gipuzkoa | 1.747 | 623 | 180,4 |
Municipio del centro | |||
– Bilbao | 1.882 | 1.057 | 78,1 |
– Donostia-San Sebastián | 749 | 393 | 90,6 |
– Vitoria-Gasteiz | 762 | 328 | 132,3 |
– Resto de municipios | 1.063 | 311 | 241,8 |
Sexo | |||
– Hombres | 3.484 | 1.701 | 104,8 |
– Mujeres | 972 | 389 | 149,9 |
Edad | |||
– 18-29 años | 1.668 | 724 | 130,4 |
– 30-44 años | 1.458 | 679 | 114,7 |
– 45-64 años | 1.232 | 639 | 92,8 |
– 65 y más años | 99 | 48 | 106,3 |
Nacionalidad | |||
– Española | 1.231 | 833 | 47,8 |
– Extranjera | 3.226 | 1.256 | 156,8 |
Horrible realidad
Es evidente que nuestra economía vasca no produce lo suficiente para dar vivienda y manutención a todo ciudadano del mundo que nos la requiera.
El, ya descomunal, esfuerzo social vasco se ve superado por el efecto llamada de nuestras medias sociales, que son finitas, no infinitas.