Castillo de Marutegui, testigo de las luchas medievales entre Navarra y Castilla en Álava

A lo largo de los siglos, el castillo de Marutegui fue testigo de numerosos enfrentamientos y guerras. A pesar de ello, se mantuvo en pie hasta el siglo XIX, cuando fue abandonado y se convirtió en una ruina.

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Hace unos cuantos siglos, en la Alta Edad Media, la península ibérica estaba dividida en múltiples reinos, cada uno de ellos luchando por su independencia y protección frente a las amenazas de los reinos vecinos. En este contexto, el rey García Iñiguez de Navarra decidió construir un castillo en un lugar estratégico, conocido como Murutegui (o Marutegui), en la salida de la Burunda hacia la Llanada Alavesa.

El castillo de Marutegui se alzaba sobre un cerro próximo a la localidad de Araia, lo que le proporcionaba una posición privilegiada para la defensa de las fronteras navarras. Desde allí, se podía controlar el tráfico de personas y mercancías, así como el avance de los ejércitos enemigos.

El castillo de Marutegui fue construido en el siglo VIII y se convirtió en uno de los más importantes de la región, especialmente en las luchas entre Navarra y Castilla. Su estratégica posición y su imponente estructura lo convirtieron en un objetivo codiciado por ambos reinos, lo que llevó a numerosos asedios y batallas en su entorno.

Castillo de Marutegi de Asparrena

El castillo constaba de dos recintos bien delimitados. En el recinto inferior se localizaba un edificio de grandes dimensiones y potentes muros, que realizaban un cierre del espacio a modo de muralla. Este edificio tenía una planta rectangular de 31 x 12 metros y los muros tenían un grosor de 1,5 metros, lo que les daba una gran solidez. El recinto inferior también contaba con una serie de dependencias y estructuras auxiliares, como almacenes, caballerizas y alojamientos para los soldados.

El recinto superior era el lugar donde se encontraba la torre del homenaje, que era la última defensa de la fortaleza. Esta torre tenía una planta en forma de «D» de 10,5 x 9 metros y presentaba dos niveles de suelo con una preparación especial para eliminar las irregularidades del terreno. El acceso a esta torre se realizaba por el sur a ras de suelo, sin necesidad de elevaciones u otros elementos defensivos. A tres metros de altura se encontraba un segundo piso, rodeado por una muralla perimetral que se adaptaba a la punta de la peña. Todo el conjunto estaba construido con sillarejo de tamaño medio, lo que le daba una unidad estética.

A lo largo de los siglos, el castillo de Marutegui fue testigo de numerosos enfrentamientos y guerras. A pesar de ello, se mantuvo en pie hasta el siglo XIX, cuando fue abandonado y se convirtió en una ruina. Durante muchos años, el castillo fue víctima del expolio y la degradación, hasta que en 2021 el Gobierno vasco lo declaró Bien Cultural de Protección Especial y Zona Arqueológica.

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