
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz está llevando a cabo un «Plan global de mejora de la recogida selectiva» que incluye la instalación de más contenedores de residuos en distintas zonas de la ciudad. Sin embargo, la sustitución de los contenedores antiguos por los nuevos ha generado quejas de la ciudadanía, lo que ha llevado al consistorio a reforzar el número de contenedores en varias calles para evitar la acumulación de residuos.
Según ha informado el ayuntamiento, una vez finalizado el plan de mejora, que contempla la sustitución de los contenedores antiguos y la ubicación de depósitos para materia orgánica que se abren con tarjeta, se espera que el número de islas de contenedores pase de 700 a alrededor de 1.100.
Sin embargo, la asociación Eginaren eginez, que representa a personas con discapacidad física en Álava, lleva más de una década exigiendo al Ayuntamiento que cumpla con la normativa de accesibilidad en la instalación de contenedores y bocas de recogida neumática de residuos. La organización denuncia la existencia de contenedores inaccesibles y la mala colocación de los mismos después de cada vaciado de los depósitos.
La asociación destaca que la accesibilidad no se limita únicamente a contar con una boca de descarga utilizable, sino que esta debe estar a la altura necesaria y ubicarse a la distancia adecuada de la acera para que pueda ser utilizada por todas las personas, incluyendo aquellas con movilidad reducida, personas mayores, niños y niñas, personas de baja estatura o con falta de fuerza.
Eginaren eginez afirma que la inaccesibilidad del servicio de recogida de residuos refleja la falta de concienciación, empatía y respeto por los derechos de las personas con movilidad reducida. La organización exige al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz que cumpla con la normativa de accesibilidad y sus propias ordenanzas, y que se ubiquen los contenedores de forma adecuada y se vacíen con la frecuencia necesaria para garantizar que las bocas accesibles no queden inutilizadas.
Además, la organización destaca que la inaccesibilidad del servicio impide que las personas con movilidad reducida cumplan con su labor cívica de reciclar y depositar residuos en los contenedores correspondientes, lo que contribuye a la suciedad e insalubridad de la ciudad.