
Vitoria-Gasteiz ha apretado este sábado los calapiés y se ha lanzado cuesta arriba hacia un objetivo claro: reducir las emisiones y apostar por una movilidad más limpia. En plena Semana de la Movilidad, la ciudad ha convertido la Plaza de la Virgen Blanca en un improvisado velódromo urbano con 60 bicicletas estáticas, listas para ser pedaleadas por decenas de personas dispuestas a dar relevos por el planeta.
En palabras de Beatriz Artolazabal, primera teniente de alcaldesa, “nuestro objetivo como administración y como Ayuntamiento es que la gente piense que aunque parezca que puede ser una tontería, estos pasitos son muy importantes”. Porque, como en una buena etapa de montaña, cada pequeño esfuerzo suma, y el cambio de ritmo lo tenemos que dar entre todas y todos.
Del pelotón reducido al pelotón completo
El año pasado esta etapa se corrió en la Plaza de la Provincia, con apenas 25 bicicletas. Fue una contrarreloj simbólica, pero la respuesta del público fue tan buena que este año se ha duplicado el número de bicis y se ha cambiado de escenario. “El año pasado sólo pusimos 25 bicis estáticas, pero la gente le gustó muchísimo la actividad”, ha explicado Artolazabal.
Esta vez se ha querido ir en grupo grande: “Este año hemos encargado 60”, ha dicho. Las bicicletas no se han parado en toda la jornada, y cada relevo ha sido una oportunidad para sumar kilómetros a favor del medio ambiente. A golpe de pedal, los y las participantes veían en una pantalla cómo iban reduciendo emisiones de CO₂. Un marcador simbólico que hacía visible el impacto de cada esfuerzo individual.
Cambio de piñón hacia una ciudad más sana
“Estamos en la Plaza de la Virgen Blanca. El objetivo final es sensibilizar a la gente de que tenemos entre todos y todas que dar pasos, pedalear para conseguir un mejor nivel de calidad de vida de nuestra ciudad”, ha afirmado Artolazabal.
En su intervención, ha insistido en que la movilidad sostenible no debería ser una escapada solitaria, sino una estrategia de equipo: “Tenemos que hacer que la movilidad sostenible sea la opción más fácil, y eso es andar, usar la bicicleta, caminar por las calles y utilizar el transporte público”.
Talleres, premios y más pedaladas
Junto al pelotón principal de bicis estáticas, se ha desplegado también una serie de actividades paralelas para reforzar el mensaje. Se ha podido visitar una exposición sobre los proyectos de movilidad sostenible que se están desarrollando en la ciudad. Además, niñas y niños han disfrutado de talleres sobre reciclaje, ecología y transporte limpio, y se han entregado los premios del concurso de dibujo sobre movilidad.
Como colofón, todas las personas participantes en la pedaleada han entrado en el sorteo de tres bicicletas. Una forma de dar el relevo y animar a seguir pedaleando una vez termine la jornada.
Para Artolazabal, lo importante es entender que los grandes cambios empiezan con gestos sencillos: “Nuestro pequeño granito puede ser una aportación muy importante para poder conseguir cambiar de alguna forma esta tendencia tan negativa que estamos teniendo y sufriendo”.