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EH Bildu Araba cuestiona la protección del patrimonio arqueológico en las obras del TAV en Jundiz

EH Bildu Araba ha presentado varias preguntas a las Juntas Generales para exigir transparencia sobre la protección de restos arqueológicos en las obras del TAV en Jundiz.

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Pabellones Industriales, Jundiz

El grupo juntero EH Bildu Araba ha registrado varias preguntas en las Juntas Generales para conocer los trabajos realizados por el Gobierno foral para proteger los restos arqueológicos aparecidos en las obras de construcción del TAV en Jundiz. Mediante preguntas dirigidas a la diputada de Cultura, quieren conocer qué ha hecho el Gobierno Foral para proteger ese patrimonio arqueológico aparecido en las obras de construcción del TAV.

En concreto, EH Bildu quiere saber cuándo tuvo conocimiento el Gobierno Foral de la aparición de la calzada romana y de este poblado neolítico, y si presentó alegaciones para proteger estos restos. Junto a ello, EH Bildu quiere saber si a la diputada de Cultura le parece bien que este patrimonio cultural se cubra para siempre y si han mantenido contactos con las asociaciones de arqueología del territorio.

Hoy se ha conocido que las obras del TAV cubrirán para siempre un tramo de la calzada romana del Iter XXXIV y un poblado neolítico del año 3.000 a.C. en la zona de Jundiz. En palabras de quienes han estado allí trabajando, lo más sorprendente ha sido el buen estado de conservación que presenta. Estos restos encontrados permitirán conocer en qué momento histórico se construyó esta calzada romana y hasta cuándo se realizaron labores de mantenimiento.

Durante las obras del TAV en Júndiz, se han encontrado importantes hallazgos arqueológicos, entre los que se destaca un tramo de la vía romana Iter XXXIV, que unía Astorga y Burdeos, con una longitud de 95 metros y un ancho de 4 metros. Además, se ha descubierto un poblado neolítico datado en el 3000 a.C. y se han encontrado restos romanos de la época que permitirán datar con precisión la construcción de la calzada.

La presencia de cerámica, terra sigillata, en la capa más profunda de la calzada servirá para determinar el momento de su construcción con una precisión de unos 25 años de margen, y se ha constatado la presencia de varias reparaciones en las que ha aparecido madera y carbón, lo que permitirá saber hasta cuándo se reparó. La vía estaba delimitada por bordillos y presentaba cortes para evitar inundaciones.

La anchura de la vía variaba según el entorno, siendo de 6 metros en zonas de más actividad viaria y de 4 metros en zonas no urbanas. La capa de rodadura de grava de la calzada permitía una circulación más cómoda para los carros, y su mantenimiento resultaba fácil al bastar con verter más grava. También se han encontrado zanjas a ambos lados de la vía, denominadas «sulco», que permitían delimitar la obra y que después se tapaban.

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