Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Álava ha registrado en febrero de este año un nuevo mínimo en la tasa de natalidad, con solo 133 nacimientos, la cifra más baja desde que comenzaron los registros en 1941.
En diciembre de 1941, en plena posguerra, se registraron 139 nacimientos, cifra que hasta ahora había marcado el mínimo histórico. Comparativamente, en mayo de 1972, Álava vivió uno de sus picos más altos con 490 nacimientos. El descenso actual de la natalidad no es exclusivo de esta provincia, sino que se inserta en un patrón más amplio a nivel global, donde diferentes factores están moldeando las decisiones de planificación familiar.
A nivel de Euskadi, el inicio de 2024 ha mostrado una mejora respecto al año anterior, con un incremento en el número de nacimientos en enero y febrero, con 2.159 bebés, lo que representa un aumento del 3,2% comparado con el mismo periodo de 2023. Este incremento es ligeramente superior a la media nacional de 2,8%. Sin embargo, el aumento es modesto frente a las subidas notables en regiones como La Rioja y Cantabria, que han registrado aumentos del 30,16% y 24,21% respectivamente.
Contexto demográfico y políticas públicas
El crecimiento en el número de nacimientos es una señal positiva en un contexto de desafío para el reemplazo generacional. Aunque el aumento es leve, contribuye a equilibrar la balanza con la mortalidad, que también ha visto un ligero incremento del 0,37% en estos primeros meses del año.
A pesar del repunte en 2024, los niveles de natalidad aún están por debajo de los de años anteriores, con 2023 marcando un punto bajo histórico desde el inicio de la serie mensual del INE en 2016. En los primeros meses de 2023, Euskadi registró 2.092 nacimientos, comparables a los 2.093 bebés nacidos en los mismos meses de 2021, año marcado por la pandemia y una caída significativa en la natalidad.
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