OPINIÓN
Ha sido un día a mediados de marzo cuando, por un problema de salud, he tenido que acudir a Urgencias de Txagorritxu. Pensaba que no habría mucha gente, al ser la hora del cambio de relevo del personal de Osakidetza, pero parece que todos habíamos pensado lo mismo.
La sala de espera estaba a rebosar. El triaje me lo hicieron rápido y decidieron que me tenían que llevar a un “box”. Se notaba, en mi opinión, que había poco personal para la cantidad de personas que estábamos allí. Unos 30 minutos más tarde me trasladaron al box. Me realizaron pruebas y me pusieron medicación en “vía” para reducir el dolor, efecto que lograron.
Se ha notado mucho el cierre de las Urgencias de Santiago, dejando solo unas urgencias para una ciudad cuya cifra de habitantes alcanzaba los 258.808 a principios de 2024. Solo espero que Osakidetza no diga que artículos así son “irresponsables” y que intentan “enredar a la población” al afirmar que presta atención con normalidad tras centralizar el servicio. Nos quejamos de las largas esperas; yo, en concreto, estuve 7 horas. Aunque no tengo quejas del personal que me atendió (aunque sé que hay personal muy subido que hace que el paciente se enerve más), sí tengo quejas sobre la larga espera. Más aún cuando te entregan el informe de alta y te encuentras con bastantes errores, entre ellos en el apartado de medicación habitual, donde había alguna medicina que no tomo ni mucho menos.
Creo que se deberían tomar una serie de medidas que podrían ser las siguientes:
- Volver a abrir el PAC de San Martín, cerrado en 2019. No es normal que hasta una hora antes de abrir el PAC de Olaguibel ya haya personas esperando.
- Reabrir de nuevo las urgencias del Hospital Santiago para atender a pacientes de la zona y emergencias psiquiátricas, evitando el trasiego de pacientes de un hospital a otro dependiendo de las diferentes patologías. Hace unos días, un paciente fue a Urgencias de Santiago, le dieron la documentación y a esperar. Pasadas 4 horas y sin recibir asistencia, le derivaron a Txagorritxu, teniendo que esperar unas cuantas horas más. Esto es una puñetera vergüenza.
- Reforzar la plantilla de las urgencias de Txagorritxu, para que los pacientes no tengamos que esperar tantas horas.
- Reforzar la Atención Primaria, porque ahora es muy difícil que te atiendan en el día y te obligan a acudir a las urgencias hospitalarias.
La sanidad pública está cada vez peor en Vitoria y la situación es muy preocupante, insostenible, con unos profesionales saturados por la acumulación de personas que acuden a urgencias y con la ciudadanía muy “mosqueada” porque la atención que recibe no está ni mucho menos a la altura. Si antes era de las mejores del Estado, ahora está cayendo en picado. Empeorar así la cobertura ya existente y justificarlo con que la asistencia está garantizada me parece muy preocupante. Sirva como otro ejemplo el accidente ocurrido el jueves 19 en el cruce de la calle Paz y Olaguibel, entre un autobús y un coche, donde la ambulancia tardó 25 minutos en llegar para atender a la persona que conducía el turismo.
Emergencias necesita responsables capacitados y valientes, con un equipo de gestión renovado en su totalidad y que sea capaz de motivar a una plantilla desmotivada porque no puede realizar su trabajo con una garantía total para los pacientes, atendiendo en tiempo y forma sin poner en riesgo la seguridad del enfermo.
Yo personalmente, ahora que ha habido elecciones autonómicas, espero que pueda haber un cambio, aunque simplemente sea de la titular de la Consejería de Sanidad. Son promesas que se hacen que, si no estuvieran en campaña electoral, no harían. ¿Para qué va a servir una ampliación de Txagorritxu? Porque lo que falta no es espacio, sino un número de profesionales adecuado a las necesidades que van surgiendo día a día.
Una persona sabia debería darse cuenta de que la salud es la posesión más valiosa. Cuidémosla.
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INFORMACIÓN DEL AUTORANDRÉS MAYO
Colaborador de GasteizBerri.com desde el año 2020.
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Una auténtica falta de todo lo que viví el miércoles en urgencias de txagorritxu.
Me fui al pac de olaguibel y cuando vi q para q subir a la planta 2 debía esperar 37 números me fui a txago y allí ya me desespere .9 h estuve esperando a q me atendiera un médico saturado una enfermera que le iba a dar algo del stress que tenía .
Jamás había visto nada así .ni en otras provincias .
Por favor más personal
Abrir el PAC de san martín y por favor santiago hospital nuevamente.
Me uno a todas las protestas.
VOLVER A ABRIR EL PAC DE SAN MARTIN Y LAS URGENCIAS DE SANTIAGO.
No puede ser para esta ciudad lo que tenemos actualmente.
Muy buen artículo, con propuestas objetivas. Pena que me da la sensación de que caerán en saco roto. Habrá que organizar protestas de calado y con regularidad para revertir la situación.
Completamente de acuerdo en todo lo que dice en su carta el señor Andrés Mayo.
A ver si ahora después de estas últimas elecciones hay algún cambio de gestión, por lo más prioritario para todos los ciudadanos es la salud.
Habría que dar preferencia en los presupuestos a mejorar esta gestión sanitaria, y si hace falta pagar más impuestos desde luego que lo haríamos gustosos muchos ciudadanos.
Sanitarios para trabajar hay muchos, pero muchos como es mi caso ,estamos fuera, nos tienen en el paro, por no coger el tlf a la primera cuando te llaman, porque tenemos que vivir con el móvil pegado en la mano constantemente y si te vas de viaje y te llaman para cubrir una baja de un sábado y no puedes ir a trabajar ese día porque tienes 9 horas de coche y dices que no porque no llegas a la hora, te mandan al paro y te sacan de listas de contratación durante 6 meses. Sin contar que empiezas a trabajar y como van con retraso,estás meses trabajando sin contrato hasta que lo hacen. Que quiere decir que hasta que no tienes contrato no cobras el mes pero tú trabajas y si te niegas te echan de patitas a la calle.
Sé que hay largas colas y los ciudadanos no son los culpables, pero los sanitarios tampoco porque los pocos que están trabajando están con sobrecarga de trabajo y de horas. Y sí os doy la razón en que urgencias de santiago no se tenía que haber cerrado nunca.
Cambiando políticos por sanitarios, todos saldríamos ganando, incluso los políticos.