
La alarmante situación de agresiones a gatos comunitarios en Iruña de Oca ha llevado a la asociación GADEN a presentar una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Álava. Los hechos podrían derivar en una denuncia formal por maltrato animal contra los responsables.
El Ayuntamiento de Iruña de Oca tiene un convenio con la asociación GADEN para gestionar las colonias de gatos comunitarios en el municipio. Sin embargo, en los últimos meses, los gatos de una de estas colonias han sufrido al menos dos agresiones graves.
El pasado 26 de junio, un voluntario responsable de la colonia informó de que uno de los gatos había sido encontrado con un perdigón cerca del ojo. Afortunadamente, el animal se encuentra en buenas condiciones de salud y sin secuelas aparentes.
No obstante, este no es un caso aislado. Anteriormente, otro gato llamado Whiski desapareció el 25 de febrero y fue encontrado tres semanas después con lesiones graves. El informe veterinario reveló que el gato tenía un balín alojado en la quinta vértebra lumbar, lo que le provocó serios problemas de movilidad y otras complicaciones de salud.
La denuncia, apoyada por el Ayuntamiento de Iruña de Oca, se fundamenta en varios artículos del Código Penal, específicamente en el Título XVI bis, que regula los delitos contra los animales. Los hechos descritos constituyen un delito de maltrato animal con resultado lesivo, agravado por el uso de armas y el ensañamiento, lo cual podría conllevar penas de prisión de 12 a 24 meses y de inhabilitación especial de 2 a 4 años.
GADEN ha solicitado a la Fiscalía de Medio Ambiente de Álava que admita la denuncia y tramite de manera urgente la investigación de estos hechos para esclarecer las responsabilidades penales.
«La agresión a animales indefensos no solo es un acto de crueldad, sino que también constituye un delito grave que debe ser perseguido con la máxima contundencia», declaró un representante de GADEN. «Es imprescindible que se tomen medidas para proteger a los gatos comunitarios de Iruña de Oca y asegurar que los responsables de estos actos no queden impunes».
El gato Whiski, que fue encontrado el 25 de febrero tras estar tres semanas desaparecido, presentó paresia del tercio posterior y, en las radiografías, se observó un balín alojado en la quinta vértebra lumbar. Fue tratado con antibioterapia, prednisolona y otros medicamentos. Sin embargo, en una consulta de revisión el 4 de marzo, el gato no mostró mejoría y presentó atrofia aguda de las extremidades posteriores, entre otras complicaciones.
La denuncia presentada por GADEN busca garantizar la protección de los gatos comunitarios de Iruña de Oca y la sanción adecuada para los responsables de estos actos de maltrato animal.
En el pueblo de Otazu también hay un vecino que asesina con la carabina a los gatos de una comunidad controlada. Además se enorgullece de ello el sinvergüenza.