
El informe publicado por Oxfam Intermón ha revelado que Euskadi tiene una de las tasas más bajas de pobreza laboral en España, con solo el 6,6% de los trabajadores afectados. Esta cifra es significativamente inferior al promedio nacional del 13,7%, lo que sitúa a la comunidad autónoma como una de las regiones más estables en términos laborales, junto con Navarra (6,3%) y Madrid (7,0%).
Desigualdades entre el norte y el sur de España
La realidad del mercado laboral en España presenta grandes diferencias según la región. Mientras que comunidades del norte, como el País Vasco y Navarra, disfrutan de tasas de pobreza laboral por debajo del 7%, otras como Andalucía (19,4%), Extremadura (17,2%) y Castilla-La Mancha (15,4%) muestran cifras mucho más elevadas. Estos desequilibrios están vinculados al modelo productivo de cada zona. En el sur y Levante, el peso de sectores como la agricultura, la construcción y la hostelería, con empleos temporales y mal remunerados, dificulta a muchos trabajadores salir de la pobreza a pesar de tener un empleo.
Factores que explican la brecha territorial
El modelo económico del norte de España, especialmente en Euskadi, se basa en sectores industriales más diversificados y cualificados, como la tecnología, la automoción y la energía. Esta diversificación ha permitido la creación de empleos mejor remunerados, lo que reduce la pobreza laboral. En cambio, el sur y algunas áreas rurales dependen en gran medida de trabajos temporales y estacionales, lo que agrava la precariedad. Según el informe, las zonas rurales poco pobladas tienen una tasa de pobreza laboral del 16%, en comparación con el 9,9% en áreas urbanas.
Mujeres, migrantes y mayores, los más afectados
La pobreza laboral no afecta por igual a todos los grupos de la sociedad. Las mujeres y los migrantes son los colectivos más vulnerables. Mientras que el 9,8% de los trabajadores nacidos en España se encuentra en situación de pobreza laboral, esta cifra asciende al 29,5% entre los migrantes extracomunitarios. Oxfam subraya que estos trabajadores, especialmente las empleadas domésticas, a menudo se ven atrapados en la informalidad, con empleos mal remunerados y sin derechos laborales.
En cuanto a la edad, los mayores de 45 años también enfrentan mayores dificultades para salir de la precariedad laboral. Un 12,2% de los trabajadores entre 45 y 59 años viven en pobreza laboral, frente al 9,9% de los ocupados entre 20 y 29 años. Esto se debe, según el informe, a la cicatriz económica que dejó la Gran Recesión en los baby boomers, quienes han tenido más dificultades para reciclarse laboralmente tras la crisis.
La educación como factor clave
El nivel educativo también es un factor determinante en la pobreza laboral. El 20,7% de los trabajadores que solo han completado estudios primarios viven en situación de pobreza, mientras que solo el 5,5% de aquellos con estudios superiores enfrentan esta realidad. En comunidades como Andalucía, donde el abandono escolar sigue siendo un problema, la falta de cualificación empuja a los trabajadores hacia empleos mal remunerados y sin perspectivas de mejora.
Reformas laborales insuficientes
A pesar de las reformas laborales recientes que han reducido la temporalidad en el empleo, la pobreza laboral sigue afectando a millones de trabajadores en España. Desde 2008, la tasa de trabajadores pobres no ha descendido del 11,7%, según los datos de Oxfam. Esto pone de manifiesto que, aunque ha habido avances en la calidad del empleo, la mejora no ha sido suficiente para combatir la pobreza laboral de manera efectiva.