
Un hombre de 29 años ha sido arrestado en el barrio de Zaramaga tras esgrimir un cuchillo contra un agente durante una intervención por violencia de género.
Un hombre ha sido detenido en Vitoria-Gasteiz por un presunto delito de atentado contra la autoridad, según ha informado el servicio de prensa de la Ertzaintza. El incidente ocurrió ayer, domingo, después de las 19:00 horas en el barrio de Zaramaga, cuando agentes de Protección Ciudadana acudieron a un establecimiento hostelero tras recibir un aviso de una «agresión machista».
Los ertzainas localizaron al presunto agresor, que se encontraba en un estado de «alteración». Durante la identificación y un registro preventivo, el hombre, de 29 años, «intentó agredir a uno de los agentes con un cuchillo» que llevaba oculto en la cintura. El arma blanca tenía un filo de 8 centímetros.
El ertzaina logró reaccionar rápidamente, «agarrando la muñeca del agresor». En el forcejeo, ambos cayeron al suelo. El agente, con la ayuda de su compañero, consiguió finalmente controlar y detener al individuo.
La Ertzaintza ha confirmado que, además del delito de «atentado a agente de la autoridad«, se han abierto diligencias contra el arrestado por un presunto delito de violencia de género. La pareja del detenido, que «había sido agredida previamente» en el interior del bar, abandonó el lugar antes de la llegada de la patrulla y «no necesitó asistencia médica».
El detenido ha sido puesto a disposición del Juzgado de Guardia de Vitoria-Gasteiz esta misma mañana.
Legislación sobre armas blancas en España
En España, la tenencia y uso de armas blancas están regulados por el Reglamento de Armas (Real Decreto 137/1993). Si bien no existe una prohibición absoluta de llevar navajas o cuchillos, la ley establece restricciones importantes.
Se prohíbe portar armas blancas especialmente peligrosas, y la jurisprudencia y las fuerzas de seguridad interpretan que un cuchillo con una hoja de más de 11 centímetros es, per se, peligroso, aunque pueden considerarse peligrosas armas con filos menores si las circunstancias lo aconsejan.
Además, el porte de cualquier arma blanca, independientemente de su tamaño, está prohibido en lugares de ocio, eventos públicos o en situaciones donde pueda suponer un riesgo para la seguridad ciudadana, y su uso para amenazar o agredir es siempre delito.