
La plantilla de Guardian ha dicho agur a su empleo. Después de intensas semanas de protestas y negociaciones para frenar el cierre, la mayoría ha optado por aceptar la propuesta final de la empresa. La decisión, ajustada y polémica, pone fin a meses de incertidumbre.
A propuesta de los propios trabajadores, la última oferta se sometió a votación. El resultado fue casi un empate: 67 votos a favor y 65 en contra. Sin embargo, los 33 mandos intermedios también votaron y su respaldo a la oferta inclinó definitivamente la balanza.
Con ese resultado, se han aceptado las condiciones de despido y se cierra cualquier opción de seguir negociando o acudir a los tribunales.
Todos los empleados serán despedidos con una indemnización de 45 días por año trabajado, hasta un máximo de 33 años. Pero hay un límite que condiciona esas cifras: 720 días, es decir, el equivalente a 34 mensualidades. Esto significa que quienes llevan más de 21 o 22 años en la empresa no cobrarán por todo el tiempo trabajado.
Un final amargo
Aunque la oferta mejora lo que establece el convenio actual —que contempla 33 días por año trabajado hasta 24 mensualidades—, la plantilla no ha conseguido evitar los despidos. La empresa ha logrado su objetivo: cerrar la planta y evitar una batalla judicial.
Cuenta atrás para el cierre total
Este martes, representantes de los trabajadores y de la dirección firmarán el acuerdo. A partir de lunes siguiente, los despidos comenzarán a ejecutarse de forma escalonada hasta el viernes. Luego, durante dos semanas, una parte del personal permanecerá en las instalaciones para retirar el vidrio que queda.
El 30 de abril será la fecha definitiva. Para entonces, todos los despidos estarán completados y Guardian habrá cerrado sus puertas.