El pleno de las Juntas Generales de Álava ha aprobado este miércoles la reforma fiscal pactada por PNV, PSE-EE y Podemos. El resultado, con 26 votos a favor de un total de 51, ha reflejado una división ya conocida en el grupo Elkarrekin. José Damián García-Moreno, representante de Izquierda Unida, ha vuelto a votar en contra, alejándose de la posición adoptada por sus compañeros de coalición, David Rodríguez y Laura Fernández, ambos de Podemos.
La ruptura no es nueva. Hace dos semanas, García-Moreno ya se había opuesto a la propuesta en una primera votación. Entonces explicó que su formación había sido excluida de las negociaciones: “Nuestra organización política, Ezker Anitza-Izquierda Unida, no ha sido partícipe de la negociación del acuerdo del retoque fiscal anunciado el 13 de marzo. Esta negociación pertenece exclusivamente a Podemos y no a los tres grupos junteros que compartimos en las tres juntas generales de Vizcaya, Guipúzcoa y también en las nuestras en Álava”.
Hoy ha reiterado su rechazo al modelo fiscal aprobado, que considera insuficiente y alejado de los principios de la izquierda. “Se va a seguir sin equiparar las rentas del capital y los beneficios empresariales a las rentas del trabajo y tampoco se va a actuar sobre los grandes patrimonios ni sobre las grandes energéticas”, ha dicho durante su intervención en el pleno.
García-Moreno ha defendido que su grupo ya propuso una alternativa fiscal más ambiciosa, con la que se podría recaudar “1.311 millones de euros anuales”, destinados —ha señalado— a reforzar la industria y proteger a la clase trabajadora.
También ha criticado enmiendas planteadas por el Partido Popular, acusándolas de favorecer a las rentas más altas: “Su modelo fiscal no es el nuestro, es un modelo fiscal totalmente contrario al que defendemos”.
En este contexto, ha lanzado un mensaje directo a la dirección de Podemos: “Apelo a la dirección de Podemos a que se retome la senda del entendimiento con nuestra organización política, pero también con todo el espacio político, porque es fundamental”.
Con esta petición, García-Moreno ha dejado clara la tensión dentro de Elkarrekin. El malestar en Izquierda Unida no es nuevo. A pesar de compartir grupo y representación institucional en los tres territorios vascos, la formación denuncia que Podemos toma decisiones sin contar con sus socios, como ha ocurrido con esta reforma fiscal.