El proyecto para abrir un bar restaurante en el Palacio Álava Velasco, ubicado en el número 101 de la calle Zapatería, se ha encontrado con el freno de la normativa urbanística del Casco Histórico. Los propietarios del inmueble han presentado una alegación al nuevo Plan Especial (PERI) con el objetivo de utilizar uno de los locales del edificio como bar y habilitar el amplio jardín interior como terraza. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz se han establecido límites a esa posibilidad.
Según la información a la que ha tenido acceso GasteizBerri, el edificio fue rehabilitado entre 2022 y 2024 para su explotación como apartotel. Los 32 apartamentos están arrendados a la empresa Lime Home S.L., pero la planta baja ha quedado sin uso, al igual que el jardín privado de unos 600 metros cuadrados.
En enero de 2025, los propietarios registraron un proyecto para acondicionar ese local como restaurante y usar el jardín como espacio de terraza. Desde el Consistorio se trasladaron primero requerimientos técnicos y después una negativa, argumentando que el uso como bar no es compatible ni con el PERI vigente ni con el que se encuentra en tramitación.
La actividad solo se permite si está dirigida a personas alojadas
Consultado por GasteizBerri, el Ayuntamiento ha señalado que “la única hostelería que se puede abrir en Álava Velasco es la dirigida y enfocada a quienes se alojen allí”. Esto implica que el espacio no podría destinarse a un bar restaurante abierto al público general, aunque se encuentre en un local propio y se plantee el uso de un jardín privado anexo.
La clave está en las restricciones del Plan Especial del Casco Histórico, que establece condiciones estrictas para nuevas actividades hosteleras, especialmente en inmuebles protegidos o de valor patrimonial. Aunque los propietarios aseguran que se cumple con las distancias exigidas a otros bares y restaurantes, el Ayuntamiento considera que no se trata solo de una cuestión de metros, sino de usos permitidos.

Los propietarios alegan que el jardín sería un complemento
En su alegación, los propietarios defienden que el jardín no tendría un uso independiente, sino que estaría directamente vinculado al local en planta baja. Sostienen que, al tratarse de una propiedad privada y de un espacio sin actividad hasta ahora, su uso como terraza no generaría molestias ni supondría una nueva edificación.
Además, critican que limitar la actividad al ámbito del apartotel restringe las posibilidades de explotación y dificulta encontrar operadores interesados. Comparan la situación con la de otros bares del centro que sí pueden utilizar espacio público para instalar terrazas.
La propuesta llega en plena revisión del Plan Especial del Casco Histórico.





