Casi 8 años después de que comenzaran las labores de restauración del ‘Cristo Crucificado’ de José de Ribera, la obra, una de las más antiguas y de más valor de la Diputación Foral de Álava, ya se encuentra expuesta de nuevo en las paredes del Museo de Bellas Artes de Álava.
“En este 2018 celebramos el Año Europeo del Patrimonio y la apuesta del Gobierno foral por visibilizar el patrimonio alavés es total y el esfuerzo destinado a su recuperación es importante. Ramiro González.
Tras el ingreso de la pintura en el servicio en 2011, la obra de Ribera fue documentada fotográficamente con luz normal, luz ultravioleta y rayos x, conociendo así, entre otros, el soporte original, tan característico de Ribera en su estancia en Nápoles y que no es visible debido a que está reentelado. “El lienzo presentaba mal estado de conservación. La capa de barniz, deteriorada con el paso del tiempo y los repintes que cubrían gran parte de la policromía original dificultaban la visión de la obra. Además, el barniz aplicado, compuesto por una resina sintética cetónica, ha pasado de ser un estrato inicialmente transparente a amarillento. Como consecuencia, toda la tonalidad de la obra se ve alterada”, ha señalado la jefa de servicio, Cristina Aransay.
El tratamiento realizado ha consistido en la eliminación de este grueso y rígido estrato de barniz, eliminando también los numerosos repintes oleosos, aplicados sobre la capa pictórica original y los retoques realizados sobre los estucos antiguos. A lo largo del proceso de eliminación ha quedado patente que muchas zonas de la capa pictórica se encontraban erosionadas, desgastadas e incluso quemadas. Una vez que la capa pictórica no presentaba restos de barniz se ha procedido a la aplicación de una fina capa de protección, para posteriormente efectuar la reintegración cromática y así favorecer la correcta lectura. La intervención llevada a cabo se ha centrado en subsanar los daños en el estrato pictórico y eliminar los repintes aplicados antiguamente que ocultaban la policromía original. Por el contrario, se ha mantenido el bastidor y el reentelado que presentaban buen estado de conservación.
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Unido a la historia de Diputación
El ‘Cristo Crucificado’ de José de Ribera (Xátiva, 1591-Nápoles, 1652) es una pintura sobre tela de grandes dimensiones (291,5 x 194 centímetros), elaborada con la técnica al óleo. Es una pintura barroca realizada en 1643 por un autor considerado el máximo exponente de la escuela tenebrista del barroco español.
Esta obra formaba parte del legado que dejó en 1694 Pedro de Oreitia y Vergara, ministro de Carlos II, al Convento de Santo Domingo de Vitoria Gasteiz, donde se expuso hasta 1833, cuando se instala en el Salón de Sesiones de la Diputación Foral. En 1957 se traslada al Museo de Bellas Artes de Álava y en 1999 se deposita en el Museo Diocesano de Arte Sacro.
Su importancia queda también de manifiesto por las numerosas peticiones realizadas a la Diputación para que acceda a su préstamo, aunque este ajetreo también ha provocado su deterioro. Precisamente tras ser expuesto en Nueva York en 2007, el servicio Foral de Restauración vio la necesidad de realizar un tratamiento de restauración, ya que presentaba un grueso estrato de barniz oscuro que se ha ido degradando con el tiempo y que impedía ver el cromatismo de la obra.