Para muchos, el huevo frito es una simpleza, un básico de la cocina diaria. Pero cualquier chef de renombre les dirá que la perfección reside en la ejecución de lo simple.
Aquí os presentamos una guía paso a paso para conseguir ese huevo frito de calidad sublime que tanto se anhela en los desayunos de domingo y las cenas improvisadas.
La selección del huevo
La calidad del huevo es primordial. Frescura es sinónimo de yemas vibrantes y claras que se mantienen unidas. Para asegurar la frescura, sumerja el huevo en agua: si se hunde y se queda acostado, es fresco; si se inclina o flota, busque otro.
La sartén ideal
Utilice una sartén antiadherente o de hierro fundido bien curada para asegurar que el huevo se deslice con facilidad al servirlo. El tamaño de la sartén debería acomodar la cantidad de huevos que desea freír sin que se toquen entre sí.
La temperatura correcta
El calor medio es el camino a la perfección. Una sartén demasiado caliente carbonizará las claras antes de que la yema tenga tiempo de calentarse, mientras que un calor demasiado bajo no dará esa textura crujiente deseada en los bordes.
La grasa no es el enemigo
Mantequilla, aceite de oliva, o una combinación de ambos, son excelentes elecciones. La mantequilla añade sabor y un color dorado apetecible, mientras que el aceite de oliva proporciona un punto de humo más alto y un perfil saludable de grasas. Asegúrese de que la grasa cubra toda la superficie de la sartén antes de agregar el huevo.
Rompa el huevo con cuidado
Para evitar fragmentos de cáscara en su platillo, rompa el huevo en un recipiente aparte y luego deslícelo suavemente en la sartén. Esto también le permite verificar que el huevo está fresco y no está dañado.
Paciencia y control
Una vez que el huevo está en la sartén, resista la tentación de tocarlo. Permita que la clara se asiente y se cocine hasta que los bordes comiencen a rizarse y se vuelvan dorados. Si prefiere la yema más cocida, puede tapar la sartén con una tapa para permitir que el calor circule y cocine la parte superior del huevo.
La espátula correcta
Una espátula de silicona es ideal para deslizarse bajo el huevo y darle la vuelta, si es que desea un huevo frito vuelta y vuelta, o para simplemente levantarlo y servirlo.
El servicio
El huevo debe deslizarse fácilmente fuera de la sartén y sobre el plato. Sazone con sal y pimienta al gusto. Un poco de hierbas frescas picadas, como el perejil o cebollino, pueden añadir un toque de color y sabor.
En resumen, freír un huevo con maestría es un balance de elementos simples: temperatura, grasa y tiempo. Con estos consejos, los huevos fritos dejarán de ser un mero acompañamiento para convertirse en el protagonista de muchas comidas. ¡A cocinar se ha dicho!
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