Desde Ekologistak Martxan denuncian que las bandas de aparcamiento en batería de las calles Salvador, Costa Rica y Perú se han organizado de tal manera que los coches dirigen los tubos de escape hacia los patios de recreo del Centro de educación Infantil y Primaria Divino Maestro y CEIP María Maeztu y el del Instituto de Enseñanza Secundaria Francisco de Vitoria. Además, los bancos se han colocado de tal manera que los tubos de escape quedan a escasos centímetros de las personas que pueden sentarse.
Este mismo problema también se daría en la calle Behenafarroa en la que los tubos de escape de los vehículos se sitúan debajo de las ventanas de las aulas del instituto Koldo Mitxelena.
Desde la asociación destacan que hace años, en la reforma realizada en la calle Mendoza, ocurrió algo parecido y para solucionarlo el ayuntamiento tuvo que inventar una señal que obliga a los coches a aparcar de frente y así evitar que los humos de escape entren en las viviendas.
Por otro lado, creen que en estas últimas reformas se han implementado unos alcorques con las medidas mínimas requeridas y en las zonas donde hay más espacio para lo plantación de árboles no se observa ningún alcorque lo que nos da a entender la escasa relevancia que se le ha dado al arbolado viario en estas reformas.
Desde Ekologistak Martxan recuerdan que en la moción presentada en el pleno de
octubre de 2018, uno de los puntos aprobado por unanimidad fue el siguiente: “Que en todos los proyectos que se desarrollen en la ciudad se incluya el valor del arbolado en el planeamiento con el fin de incrementar la masa arbórea de la ciudad y conectarla con el medio natural, de tal manera que se valoren mejor los proyectos con más arbolado y de mayor calidad, que potencien la biodiversidad autóctona y que además proporcionen al árbol el volumen de suelo de calidad desarrollando estrategias que lo hagan permeable”.