La plataforma Zadorra Bizirik a interpuesto una denuncia ante la Fiscalía de medio ambiente de Álava por la situación del río Inglares.
Los ayuntamientos de Peñacerrada y Zambrana y la plataforma Zadorra Bizirik denunciaron en marzo de 2017 que el tramo del río Inglares comprendido entre la toma del canal de derivación de Berganzo hasta la central hidroeléctrica de dicha localidad discurría prácticamente seco. A partir de esta denuncia URA realizó un informe sobre la situación del río Inglares, cuyas conclusiones son demoledoras y han motivado que en el día de ayer la Plataforma Zadorra Bizirik presentará una denuncia ante la Fiscalía de medio ambiente de Álava por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Según el informe de URA, en la cuenca del Inglares existe un desequilibrio entre el recurso hídrico disponible y las concesiones o autorizaciones otorgadas, de forma que no hay suficiente garantía de abastecimiento ni de compatibilidad entre las demandas y los regímenes de caudales ecológicos establecidos. A esta falta de equilibrio parecen sumarse otros factores o prácticas que pueden agravar esta situación, como la derivación en ocasiones de aguas que finalmente no son utilizadas y que se devuelven al río a través de aliviaderos; o incluso derivaciones en períodos no autorizados. El río Inglares no alcanza el objetivo de buen estado ecológico y se puede concluir que la ausencia de caudal suficiente en una parte de su recorrido, motivada por extracciones excesivas, es un factor clave en esta situación.
Según Zadorra Bizirik, la situación del río Inglares incumple sistemáticamente los objetivos medioambientales que le impiden obtener un estado ecológico bueno siendo uno de los factores fundamentales que condiciona el incumplimiento de los objetivos biológicos el insuficiente caudal circulante debido fundamentalmente a la extracción de agua.
El informe de URA recoge todos los balances de agua realizados en la cuenca del Inglares confrontando recursos disponibles y demandas que han dado como resultado una situación de falta de garantía para las demandas agrarias y para el cumplimiento de caudales ecológicos. En todo caso, dichos balances convienen en que los recursos del Inglares no son suficientes para permitir en todas las condiciones una adecuada garantía para los usos del agua, ni para posibilitar los caudales ecológicos necesarios para conseguir el buen estado de las masas de agua. Como consecuencia de ello, los aforos realizados por la Agencia Vasca del Agua en 2017 indicaron el no cumplimiento del régimen de caudales ecológicos aguas abajo de la toma de Berganzo.