La prisión de Zaballa reanudará la producción de sus talleres productivos cuyos trabajos quedaron suspendidos el pasado 19 de marzo. La reapertura será paulatina y progresiva
En el Centro Penitenciario de Álava fabrican piezas para el mantenimiento de ascensores y el cableado de diferentes equipos sanitarios, muchos de ellos ubicados en hospitales.
La reapertura se va a realizar con el personal mínimo imprescindible para dar abasto a los pedidos de urgencia. No serán más de 10 internos por taller. El acceso de los trabajadores externos no penitenciarios, que asesoran a los internos, se realizará con estrictas condiciones como tener la prueba PCR negativa o una declaración responsable, y estar dotado de Equipos de Protección Individual (EPI). El acceso se realizará de tal manera que se limite lo máximo posible el contacto con la población reclusa.
En próximas fechas, tras el estudio de cada caso, se podía proceder a la reapertura paulatina de otros talleres productivos. Para ello se tendrán en cuenta las condiciones arquitectónicas de los talleres así como la situación sanitaria de los centros.
Hasta la fecha, los talleres han permanecido cerrados salvo aquellos que han reorientado su producción y, en estos momentos, se dedican a la fabricación de material sanitario. Entre otros, Sevilla I, que está elaborando batas para los hospitales de campaña sevillanos, Madrid I, que ha producido ya casi 3.000 mascarillas para la Comunidad de Madrid, o las prisiones de Córdoba, Huelva, Topas, y Alcalá de Guadaíra, que están realizando mascarillas no homologadas para abastecer al resto de establecimientos penitenciarios.