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“No están reforzando nada. Nada de nada” el rastreo Covid en Euskadi

Según denuncian sindicatos y profesionales, la falta de personal en Osakidetza merma gravemente la labor de rastreo, vital en la actual fase pandémica

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Álava registró la semana pasada la cifra más alta de contagios de todo 2021, Gipuzkoa de toda la pandemia, el índice de los ingresados en planta por día se sitúa ya cerca del pico de la última ola (con menos pacientes graves gracias a la vacuna) y la semana pasada fallecieron 25 personas en Euskadi a causa del coronavirus. A todo esto hay que unir un factor más para entender por qué estamos, una vez más, ante la tormenta perfecta: La falta de personal en Osakidetza y una red de rastreo “al límite” que está tardando hasta 9 días en contactar a los posibles infectados.

El rastreo: más importante que nunca

Con el 90 % de la población inoculada, el rastreo de los contactos de los positivos detectados es más importante que nunca. La inmunidad que proporcionan las vacunas reducen la tasa de contagio, pero no la eliminan del todo. Y, sobre todo, con mayor probabilidad, los contagiados vacunados podrían no mostrar síntomas.

Por si fuera poco, desde hace tiempo es sabido que el coronavirus no afecta de igual manera a los niños, que pueden contraerlo, contagiarlo y super contagiarlo sin apenas mostrar indicios de estar afectados. Y esta franja de edad es la que precisamente todavía no esta vacunada, a la espera de recibir las primeras dosis el 15 de diciembre. De ahí las estratosféricas tasas de incidencia acumulada que se están registrando entre menores de 18 años.

Positivos asíntomaticos sin rastreo: una combinación temeraria

El mix es realmente peligroso. La labor de contención de los contagios detectados -o sospechosos-, vital en la actual fase pandémica, está llegando demasiado tarde. Vivir como si no existiera ya el virus, sin tener presente la importancia de la detección precoz y la precaución individual hará prácticamente imposible parar la propagación del Coronavirus.

A comienzos de la semana pasada el padre de un alumno de una escuela de Vitoria-Gasteiz se puso en contacto con este medio para denunciar la situación que estaban viviendo. El relato de los hechos, muy similar al de otros padres y madres de Euskadi, es el siguiente:

Lunes | Familiar sintomático. Su hijo acude a clase.Martes | Acude a clase.
El familiar da positivo
Miércoles | Acude a clase.
Al niño le hacen una PCR (a las 20:00)
Jueves | No acude a clase pero los padres no saben si deben confinarseViernes | El resto de padres/madres de los contactos estrechos del niño siguen sin noticias de OsakidetzaSábado | Sin noticias de OsakidetzaDomingo | Sin noticias de Osakidetza
Lunes | El colegio recibe notificación de Osakidetza: deben avisar a los padres para que recojan a sus hijos y permanecer
confinados
Martes | Confinados, pero sin noticias de pruebas o rastreadoresMiércoles | Confinados, sin noticias de pruebas o rastreadoresJueves | Reciben la llamada de rastreador. Citan al infante para PCRViernes | PCR En caso de dar negativo deberá permanecer confinado hasta el domingoSábado | ConfinadosDomingo | Final de confinamiento preventivo

La consejera Gotzone Sagardui confirmaba en micrófonos de Radio Euskadi el 29 de noviembre que “en algunos casos hay algunas demoras en contactar con las personas a las que hay que llamar”.

Pero lejos de reconocer la realidad de un equipo saturado, la responsable del Departamento de Salud aseguraba estar continuamente reforzando la red de rastreo. Xabier García Ramsden repreguntó sobre ese dato y Sagardui se reafirmó en que se estaba reforzando la red de rastreo. “Eso viene siendo progresivo y lo venimos haciendo desde hace semanas.”

Sin embargo, en declaraciones a este medio, fuentes internas de Osakidetza y del sindicato ELA han negado tajantemente que se estén dedicando más recursos al actual equipo de rastreadoras y rastreadores

Ni se nos ha indicado que se haya reforzado ese servicio, ni por parte de Osakidetza ni por parte del propio servicio de rastreo” afirman fuentes cercanas los servicios centrales de Osakidetza.

Están que no pueden, si están tardando cuatro o cinco días en llamar es que no dan abasto. Y sobre todo con los niños pequeños como es normal, si lo coge uno lo coge otro…

Un día después de la entrevista en Radio Euskadi, el 30 de noviembre, la consejera de Salud comparecía junto al Consejero de Educación Jokin Bildarratz para anunciar cambios en el protocolo anti-Covid19 de los colegios vascos: ya no será necesario esperar al equipo de rastreo para clausurar o confinar a una clase o burbuja de alumnos

“Hay padres y madres que ya, pues como vamos sabiendo lo que hay, los dejamos en casa [ante un contacto estrecho posible positivo] esperando a que te llamen. esperando, dos o tres días, a que te llamen, y [al final] los niños se han comido dos o tres en días sin tener que estar en casa porque según el protocolo podrían haber seguido yendo al cole…”

Profesional sanitario y padre afectado

Un servicio del que se informa con cuentagotas

Pero… ¿Cuál es la realidad que vive el equipo de rastreo? ¿De cuánto personal dispone? ¿Quién es el responsable de la gestión de ese equipo? ¿Qué protocolos se están siguiendo?

GasteizBerri.com ha preguntado al servicio de prensa del Departamento de Salud en varias ocasiones, la ultima, el martes de la semana pasada. El Departamento no ha respondido todavía.

No solo este medio padece el oscurantismo en dichos datos.
El pasado 4 de noviembre el grupo parlamentario de EH Bildu en el Parlamento Vasco envió a la mesa una solicitud de información para que la consejera de Salud arroje luz -por escrito- sobre el servicio de rastreo.

Solicitaron no solo el dato de la plantilla disponible para hacer rastreo de contagios (en cada territorio histórico), también pidieron a Sagardui concretar quién es responsable de la gestión de dichos equipos y qué protocolos siguen para realizar su labor.

El Gobierno Vasco tiene hasta el 9 de diciembre para dar respuesta.

No es la primera vez que sucede. Y hay que reconocer que el Departamento de Sagardui cumple rigurosamente con las solicitudes de información.

Los datos más recientes de la red de rastreadores en Euskadi son de julio de este año, cuando, también a petición de EH Bildu, Sagardui firmó la tabla de datos siguiente:

Datos de la red de vigilancia y rastreo de Euskadi a julio de 2021
Datos de la red de vigilancia y rastreo de Euskadi a julio de 2021

Como se puede observar en la tabla anterior el equipo que componía en esas fechas la red de rastreo de Osakidetza estaba compuesto 527 trabajadoras y trabajadores, pertenecientes a otras áreas del sistema de salud

A julio de 2021 la mayoría de rastreadoras eran fisioterapeutas, auxiliares administrativos y enfermeras de apoyo que, con el aumento de contagios y sobre todo hospitalizaciones, están siendo requeridas en sus puestos habituales y otros de nueva creación como plantas exclusivas para enfermos de la Covid.

“La gente está saliendo de hora y media a dos horas más tarde de su trabajo, las que tienen que salir a las tres tienen que salir a las cuatro y media o cinco… Las compañeras que tienen que entrar a la una entran antes porque saben que su compañera si no no se puede ir antes de las cinco y encima luego salen más tarde de las ocho.” Sindicato ELA

También ha añadido carga de trabajo la campaña de vacunación del coronavirus y la de la gripe. El resultado:la plantilla está al límite.

Pero esta no es la única causa del saturamiento de la red, según denuncian varios profesionales sanitarios. 

Responsabilidad individual para suplir la falta de personal

Según denuncian varios sanitarios y sindicatos, Osakidetza ha reducido la plantilla de todas sus OSIs (las organizaciones sanitarias en las que se divide el servicio vasco de salud) no renovando contratos al personal temporal, contratado para hacer frente a anteriores envites de la Covid-19. 

Tiraron la mitad de la plantilla y les ha pillado el toro” afirma a este medio un profesional sanitario. El sindicato SATSE, ya alertaba en noviembre de la “mala organización y falta de personal” en los centros de Salud. Hasta un alto cargo de la organización sanitaria aseguraba la semana pasada -en privado- que “llevamos dos años y seguimos igual de mal que al principio”.

En medio de esta tormenta Osakidetza ha puesto en marcha un formulario para que sean los propios contactos estrechos de positivos confirmados los que informen de que han tenido una situación de riesgo.

De esa manera se les irá citando para una prueba diagnóstica.

Hay que puntualizar que, según los expertos, al Gobierno Vasco no le falta razón en el llamamiento a la co-responsabilidad individual y colectiva -que han hecho decenas de veces los responsables del ejecutivo de Urkullu-. También son un importante factor a tener en cuenta.

Se sabe que muchos contactos estrechos de positivos (a los que no se les ha citado para una prueba PCR) mantienen su rutina -por estar ya inmunizados-. Tales conductas dan vía libre al virus potenciando la cadena de contagios.

También sucede que algunos entrevistados por el servicio de rastreo “no dan todos los datos de contactos que han tenido”, tal y como denunciaba Sagardui hace unos meses. 

Pero también hay casos contrarios. Muchas personas se han puesto en cuarentena por voluntad propia, al conocer el positivo de un contacto estrecho. Algunas incluso están pagando de su bolsillo una prueba PCR, para no alargar una baja que podría no ser necesaria. 

Los no vacunados, en su mayoría menores de 39 años, también tienen su responsabilidad.

Medidas para todos y “ambigüedad para asumir el colapso”

La primera decisión que tomó el Lehendakari tras la reactivación de la emergencia sanitaria el pasado viernes, la del pasaporte covid, va encaminada a motivar al 10% de la poblacíón que no ha recibido dosis alguna.

Se estudia ahora si ampliar su aplicación en toda la hostelería (bares, cafeterías y restaurantes de menos de 50 comensales), conciertos y gimnasios entre otros lugares.

En el mensaje que lehendakaritza retransmitió en directo el viernes, minutos antes de la reunión del nuevo LABI, Iñigo Urkullu hizo referencia a los pasos que darán para atajar esta nueva ola de contagios, que amenaza con echar atrás el camino recorrido y llevarse por delante centenares de vidas.

La principal herramienta: las medidas básicas de seguridad individual (que ya no incluyen el lavado de manos y sí la ventilación), la petición al Gobierno Central y europeo de mecanismos legales para hacer obligatorio el uso de la mascarilla en exteriores y la vacunación global, la vacunación de los menores de 12 años y la dosis de refuerzo para las personas mayores de 60.

Pero a la hora de mencionar los recursos materiales y humanos -que gestiona Gobierno Vasco-, el Lehendakari utilizó un verbo medido, sutil y ciertamente ambiguo: “mantener”. 

“Debemos reforzar la vacunación en todos los ámbitos; Analizar la extensión del uso del Certificado Covid a las actividades en que sea útil y posible; Intensificar el llamamiento a la responsabilidad y la prevención; Mantener los recursos humanos y materiales necesarios; y, también, Tener previstas nuevas medidas preventivas ante un escenario de evolución epidemiológica negativa”
Iñigo Urkullu, Lehendakari (3 de diciembre de 2021).

Estadística pública de la red de rastreo del estado de Kansas en EEUU

2 COMENTARIOS

  1. Me gustaría dirigirme a todos, después del magnífico reportage leído, si,a todo, si, a que los medios después de lo aprendido en el pasado no deberían haberse disminuido, y además y más importante es, sería, concienciarnos de que el barco es de todos!!!

  2. Es una suerte que haya medios como el vuestro q no comen de la mano del gobierno. Reconocer que hay fallos no significa ser un negacionista….. como dice el comentario anterior todos estamos en esto, y se nos ha olvidado que a los sanitarios son a los que más hay que proteger y ayudar!!!

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