Según el borrador de Sanidad, los técnicos sopesan que debe seguir siendo obligatoria solamente en cuatro lugares: hospitales o ambulatorios (tanto para pacientes, visitantes y trabajadores), en las residencias con las mismas condiciones que los hospitales, en medios de transporte y en la educación después de semana santa.
En el caso del ámbito escolar, sin embargo, se desaconsejan las mascarillas para los alumnos y las recomiendan para los profesores que puedan ser vulnerables. También las tendrán que seguir utilizando el resto de personas de riesgo y si están en contacto estrecho con otros. Los expertos también recomiendan que sea recomendable en algunas reuniones de ámbito privado o en determinados lugares de trabajo. El documento también recopila varios ejemplos de sitios públicos cerrados como centros comerciales, cines o salas de conciertos donde aconsejarán usar la mascarilla de forma responsable, aunque no obligatoria.
En el caso de los lugares de trabajo, será la empresa quien decida mantenerla o no. “Deberá ser valorada por los servicios de prevención de riesgos laborables”, dicta el documento. Recomienda su utilización siempre que la jornada pueda realizarse respetando la distancia interpersonal de menos de 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada en cada espacio.