La fábrica LEA-Lascaray, especializada en la producción de ácidos grasos y derivados, ha sido objeto de numerosas quejas por parte de los vecinos de las zonas de Lakua-Arriaga y Abetxuko debido al desagradable olor que emite desde hace años. La fábrica y el Ayuntamiento han reconocido este hecho y según ha sabido GasteizBerri.com, los malos olores deberán desaparecer este año.
Ante las quejas de los vecinos, la empresa ha tomado varias medidas para solucionar el problema, incluyendo la realización de estudios olfatométricos, pero sin recibir el resultado esperado. Ante esta situación, la fábrica ha iniciado los trámites para implementar una nueva tecnología que eliminará definitivamente los olores producidos en la torre.
- LEA quiere solucionar el mal olor que genera su fábrica, pero reconoce que podría ser imposible.
- Lascaray (LEA) en el foco por los malos olores en Vitoria
“Muy costosa económicamente”
Esta nueva tecnología incluye la modificación de tuberías, válvulas y la puesta en marcha de tres intercambiadores de calor, y está prevista para ser implantada este 2023. Se trata de una medida “muy costosa económicamente” y para la que se “requiere de un estudio” para que de los resultados esperados, pese a que puede afectar al proceso productivo de la empresa. El permiso para esta modificación ya ha sido presentada en el Gobierno Vasco.
Según la información que ha ofrecido la empresa al Gobierno Vasco, la fecha de implantación de esta nueva tecnología prevista para agosto de 2023.
¿Qué medidas se han llevado a cabo?
La empresa ha llevado a cabo medidas para abordar el problema de olores en su principal foco, la torre de refrigeración, que genera el 98% del olor. Inicialmente, se implantaron soluciones técnicas con un tratamiento neutralizante, pero los resultados no fueron satisfactorios, según las campañas de muestreo. Posteriormente, se probaron otros dos tipos de aditivos, pero también fracasaron en minimizar la intensidad de las quejas.
Tercer plan de acción
Ante esto, la empresa ha decidido pasar al tercer punto de su plan de acción, que consiste en modificar su proceso productivo para evitar el contacto entre las aguas de refrigeración y las aguas de proceso, con el objetivo de eliminar por completo el olor. Esta solución, aunque más costosa, cercana al millón de euros, será estudiada y valorada.
Actualmente, la empresa está en el proceso de reactivar contactos con varios fabricantes y espera presentar un plan concreto de actuaciones en los próximos 2 meses. Además, iniciará los trámites administrativos para la intervención en la factoría, con la intención de implementar la nueva tecnología durante agosto de 2023.
Un informe admite los malos olores
El Ayuntamiento de Vitoria encargó un informe independiente en 2021 donde se admite la presencia de olores molestos y se detallan los resultados del análisis de muestra en las instalaciones de Lascaray, consideradas como los focos de emisión.

Sin embargo, se reconoce la dificultad para determinar la influencia de estos olores en la población vecina, debido a la presencia de componentes objetivos y subjetivos que influyen en esta relación. Por ello, se ha optado por utilizar la olfatometría, metodología aceptada en Europa y otros países del mundo, para evaluar las molestias y buscar soluciones.