
Los Bomberos Forales de Álava, convocados por los sindicatos ELA y LAB, han anunciado una huelga que comenzará el 15 de julio y se extenderá durante tres semanas, hasta el 4 de agosto. Esta medida podría prolongarse durante todo el verano si la Diputación Foral de Álava no se sienta a negociar para resolver los problemas estructurales que afectan al colectivo.
Motivos de la huelga
Los bomberos han solicitado que los servicios mínimos durante la huelga se mantengan en los niveles actuales, ya que consideran que la plantilla es insuficiente para garantizar su seguridad y la de la ciudadanía. Según han declarado, actualmente en caso de emergencia, solo tres bomberos podrían acudir, una cifra que consideran peligrosa. A pesar de esta solicitud, los servicios mínimos impuestos son menores de lo que los trabajadores han demandado.
Además de la necesidad de aumentar la plantilla, los bomberos llevan ocho años sin un convenio laboral. Este colectivo es el único en la Comunidad Autónoma Vasca que no cuenta con unas condiciones laborales bien definidas. La falta de un convenio permite a la Dirección-Gerencia, apoyada por la Diputada Jone Berriozabal, tomar decisiones unilaterales que los bomberos consideran perjudiciales.
Críticas a la gestión actual
Los bomberos han registrado la petición de cese del Director-Gerente, Alberto Amenabar, a quien consideran incompetente. Denuncian que bajo su gestión se ha llevado a cabo una OPE desastrosa y que su personalidad conflictiva ha generado enemistad con la mayoría de la plantilla. Además, señalan que llevan tres años sin Jefe de Bomberos y que todas las decisiones estratégicas y del día a día pasan exclusivamente por Amenabar.
La situación se agravó con la imposición de una disponibilidad obligatoria para toda la plantilla durante la campaña de verano, sin negociación ni contraprestación alguna. Los representantes de los trabajadores habían solicitado desde enero información sobre las intenciones del servicio respecto a la campaña, sin recibir respuesta. La única comunicación llegó a través de la Diputada Jone Berriozabal, quien afirmó en Juntas Generales que no habría contrataciones públicas adicionales porque el territorio estaba “más preparado que nunca” para enfrentar incendios forestales.