
El desahucio previsto para ayer, 21 de noviembre, en el barrio de Arana, ha sido paralizado gracias a la intervención de la Red de Vivienda Auzoan Bizi y la movilización de vecinas y vecinos. Una mujer y su hija menor de edad estaban a punto de perder su hogar, pero la presión social logró detener el proceso, que estaba programado por Laboral Kutxa.
Movilización desde primera hora
Decenas de personas se concentraron frente a la vivienda afectada para exigir la suspensión del desahucio. La presión ejercida durante toda la mañana culminó con la paralización temporal del proceso, ofreciendo un respiro a la familia.
Denuncian cargas policiales
Desde Auzoan Bizi han señalado que la jornada no estuvo exenta de incidentes. Según el colectivo, la policía utilizó la fuerza de manera desproporcionada contra quienes defendían el derecho a la vivienda. «Mientras la vivienda sea un negocio, no será un derecho», afirman.
El problema de fondo
El caso refleja una problemática cada vez más común: el conflicto entre el derecho a la vivienda y los intereses económicos de entidades financieras y especuladores. Auzoan Bizi lo resume así: «Hay que decidir: o a favor del negocio o en defensa del derecho a la vivienda».