Este fin de semana, Vitoria-Gasteiz ha brillado con el Umbra Light Festival, donde el artista Josep Poblet ha sorprendido con su instalación «LUX DOMUS» en la Catedral de María Inmaculada. Su obra, que reinterpreta la luz como un material arquitectónico, ha trasformado este espacio en un lugar de acogida y reflexión.
«Hemos trabajado sobre todo en teatros antiguos, fábricas rehabilitadas y algún museo. Esta es la primera vez que lo hacemos en una catedral», ha explicado Poblet a esta redacción.

Un reto técnico en un espacio monumental
El artista ha destacado la complejidad de intervenir en un espacio de grandes dimensiones y el desafío que ha supuesto controlar los efectos de luz y humo.
«Cuando me propusieron la catedral, pensé que era un lugar fascinante, y así ha sido. Pero su tamaño hace que resulte complicado, sobre todo a la hora de llenar el espacio con el humo y controlar cómo interactúa con la luz. El humo siempre es difícil de manejar, pero creo que en este caso ha funcionado bien», ha señalado.
Su instalación, que juega con la relación entre la luz y la arquitectura, ha sido ubicada en una de las naves laterales del templo. Poblet ha considerado acertada esta decisión:
«Si la hubiéramos montado en la nave principal, no sé qué habría pasado. Creo que la nave lateral tiene unas dimensiones perfectas para esta obra».

Una experiencia positiva en Vitoria-Gasteiz
Poblet ya conocía la ciudad, pero esta ha sido su primera participación en el Umbra Light Festival.
«Vitoria me parece una ciudad increíble, y la experiencia con la organización ha sido muy buena. Es la primera vez que colaboro con ellos y que participo en este certamen. Los conocí el año pasado y me propusieron exponer aquí, y todo ha salido muy bien», ha explicado.
«LUX DOMUS» ya ha sido exhibida en Barcelona, Cuenca y Marsella, y ahora ha sumado Vitoria-Gasteiz a su recorrido. Para Poblet, la luz es un elemento clave para la percepción de los espacios:
«La luz nos permite ver las cosas y nos da estabilidad. Ya sea en esta instalación o en cualquier otra, nos ayuda a percibir el espacio de una manera diferente, y ahí está precisamente su magia».
El Umbra Light Festival ha convertido Vitoria-Gasteiz en un escenario de arte y tecnología con 21 instalaciones lumínicas creadas por más de 40 artistas de distintos países. Desde el Casco Histórico hasta barrios como Lovaina, San Martín, El Anglo y Coronación, la luz ha sido la gran protagonista del fin de semana.