Por cuarta vez, las noches de Vitoria-Gasteiz se llenan de luz y arte. Este fin de semana, el Umbra Light Festival convierte la ciudad en un gran escenario de instalaciones lumínicas que invitan a la reflexión. Bajo el lema «El arte es paz», esta edición pone el foco en la capacidad del arte para unir a las personas en tiempos de incertidumbre.
- Vitoria se ilumina con el Umbra Light Festival 2025
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Desde hace días, los preparativos han sido visibles en diferentes puntos de la ciudad. Técnicos y artistas han trabajado en la colocación de los 21 montajes que dan forma a este museo al aire libre. Este año, el festival cuenta con la participación de más de 40 artistas de todo el mundo, procedentes de países como España, Australia, Corea, Argentina, Italia, Francia y Países Bajos.

Uno de los montajes más esperados es «Campanas de Paz», una instalación que proyecta haces de luz entre la Catedral de Santa María y las iglesias de San Miguel y San Vicente, simbolizando la conexión entre el pasado y el presente de la ciudad. También destaca «1,5 grados», una proyección de un iceberg en el Palacio de Escoriaza-Esquivel que alerta sobre el impacto del cambio climático. En la Plaza de España, «¿Entonces?» propone un recorrido visual por ciudades futuristas, planteando preguntas sobre el rumbo de la sociedad.
El recorrido del festival abarca no solo el Casco Medieval y el Ensanche, sino que también llega a los barrios de Lovaina, San Martín, El Anglo y Coronación. Cada noche, de 19:00 a 23:00 horas, se puede descubrir las diferentes instalaciones a su propio ritmo.
Este año, la experiencia se complementa con una aplicación móvil, que permite conocer en detalle cada obra, la historia de sus creadores y la ubicación exacta de las instalaciones mediante un mapa interactivo.

Un festival que crece con la ciudad
Desde su primera edición, el Umbra Light Festival ha ido consolidándose como un evento clave en la agenda cultural de Vitoria-Gasteiz. En 2023, atrajo a más de 100.000 visitantes, logrando una ocupación hotelera de más del 95% y generando un notable impacto en la hostelería local.
La acogida ha sido tal que, a partir de este año, el festival se celebrará anualmente. Esta decisión responde al deseo de mantener el evento como un atractivo turístico estable, ayudando a dinamizar la ciudad en una época tradicionalmente más baja en afluencia de visitantes.