Ninguno de los partidos políticos con presencia en el Ayuntamiento de Vitoria ve prioritario cambiar el nombre de la Plaza España por el de Plaza Nueva, tal y como se está pidiendo a través de una recogida de firmas en internet.
Para el Partido Popular “no es algo que preocupe a la ciudadanía” y creen, al igual que E-Podemos, que “hay temas mucho más importantes y urgentes” y que “por nuestra parte no vemos ni un solo motivo para cambiarle el nombre a la Plaza, Plaza España es su nombre oficial«.
La formación morada, E-Podemos, consideran que hay temas “mucho más prioritarios” mientras que EH Bildu opina que “es una iniciativa interesante que parte de la ciudadanía” y animan a presentarla y “desarrollarla en las instituciones”.
Por su parte, el alcalde Gorka Urtaran (PNV) ha calificado de “absurdo” el debate para cambiar el nombre ya que “No seremos más vascos o españoles por cambiarle el nombre a una plaza”.
En medio de este debate está el usuario tuitero @Gasteiztar1 impulsando la campaña de recogida de firmas en change.org consiguiendo más de 1.500 adhesiones. A ante la negativa del alcalde ha escrito una carta abierta.
La historia de la plaza
Esta plaza fue construida en 1791 bajo el nombre de “Plaza Nueva en contraposición a la Plaza Vieja, actual Plaza de la Virgen Blanca. Con aquella denominación se la conoció en las dos primeras décadas del siglo XIX. Hacia 1820, las autoridades de Vitoria de la época optaron por llamarla “Plaza de la Constitución” en honor a “la Pepa”, la primera constitución española, aprobada en las Cortes de Cádiz. Esta denominación siguió vigente durante un siglo, hasta 1927, cuando se convirtió en la “Plaza de Alfonso XIII”, en honor del monarca español regente en ese momento.
Al proclamarse en España la Segunda República, el 14 de abril de 1931 se lleva a cabo la rectificación de varios nombres de calles existentes en ese momento, y, en concreto, la “Plaza de Alfonso XIII” ve cómo su nombre es sustituido por el de “Plaza de la República”. Cinco años después, el 26 de agosto de 1936, tras el levantamiento militar que dio paso a la guerra civil, se convierte, por primera vez, en “Plaza de España”, siendo ratificado por el pleno del ayuntamiento una vez restaurada la época democrática.