Claves para facilitar el acceso a las ayudas para la rehabilitación de edificios

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Opinión


La rehabilitación de viviendas es, sin lugar a dudas, un asunto de máxima prioridad en nuestro municipio. En Vitoria-Gasteiz son cientos los edificios que necesitan una reforma para mejorar, no sólo la accesibilidad, sino también su eficiencia energética. Abordar esta tarea repercutirá de forma muy positiva en la propia integridad del edificio, y también es una herramienta indispensable para avanzar en el ahorro energético y, por ende, mejorar la economía familiar y la salud del planeta en el que vivimos.

Concretamente, hay una zona en Vitoria-Gasteiz donde es más necesario que en otros sitios un plan de rehabilitación de viviendas. Me refiero al Casco Viejo.

El casco medieval es una de las zonas donde se concentran las viviendas más antiguas necesitadas de rehabilitación. Recordemos lo sucedido hace seis años, cuando el vecindario de los portales 40 y 42 de la calle Santo Domingo tuvo que ser desalojado por peligro de derrumbe. Y seis años después, estas personas siguen sin poder volver a sus viviendas, al no poder hacer frente a los costes de las obras de reforma. Y no es el único caso, al menos hay otras 5 casuísticas similares en el Casco Viejo.

Para atender las necesidades de estos vecinos y vecinas, hace dos años, impulsamos una línea de ayudas específicas para esta zona (2022-2025 con un importe de 3,6 millones de euros)

Sin embargo, en el ecuador de la convocatoria lamentablemente tenemos que denunciar que de los 1,6 millones de € que se tenían que haber destinado a la rehabilitación de edificios de la Almendra medieval, solo se ha ejecutado 649.000 €, es decir, únicamente el 40% de lo previsto y lo que es peor, se han abonado todas las peticiones vecinales. Por lo tanto, ha quedado en evidencia que el sistema de ayudas no ha tenido la demanda deseada.

¿Cuáles son los motivos que hay detrás de este escaso número de solicitudes de ayudas? Estas cuatro cuestiones que enumero a continuación nos dan la clave:

¿Cuál era el objetivo de estas ayudas a la rehabilitación?

Facilitar la financiación de las obras a las personas que más lo necesitaban porque no podían asumir los costes, pero cuyas viviendas requerían urgentemente estas actuaciones de mejora de la accesibilidad y de la eficiencia energética.

¿Se han cumplido estos objetivos?
Evidentemente no.

En los últimos años la mayor parte de las ayudas municipales para obras de rehabilitación han ido a parar a pagar las ITES – Inspecciones Técnicas de Edificios- y una menor parte se ha enfocado a mejorar la accesibilidad con la instalación o reforma de ascensores. Sin embargo, en las obras destinadas a la eficiencia energética, la nota no nos da ni para el aprobado raspado. No es que estemos igual, es que estamos peor, porque los edificios cada vez están más deteriorados y la situación de emergencia climática cada vez es más acuciante

¿Hemos llegado a dar ayudas a las familias más vulnerables?

Tampoco. Otro suspenso. Un claro ejemplo son las familias desalojadas de la calle Santo Domingo, que no pudieron acogerse a estas ayudas. Porque el principal escollo que se encuentran es que primero tienen que pagar la cuantía económica de la obra en cuestión y cuando se verifica que esta obra está realizada, Ensanche 21 le abona la ayuda concedida.

Esto ha provocado, así lo han asegurado de forma unánime los agentes de la vivienda, propietarios o arquitectos, una situación dantesca con familias endeudándose en créditos con un interés alto o pidiendo ayuda económica a familiares y amistades para hacer frente al pago de la obra.

¿Qué soluciones se pueden poner sobre la mesa?

Es necesario estudiar otras fórmulas, y una alternativa puede ser lo planteado durante la legislatura pasada en Ensanche 21, una línea de ayudas a fondo perdido para las familias más vulnerables y una línea de crédito para que las familias no tengan que endeudarse con entidades bancarias.

Estas operaciones, no solo se están viendo en Europa, también en el estado. El Govern de Catalunya decidió dar este paso a finales del pasado año.

Hay tiempo para análisis, pero los problemas de acceso a las ayudas a la rehabilitación están detectados, por lo que es necesario aportar soluciones para avanzar en eficiencia energética y mejorar la vida de la ciudadanía.


INFORMACIÓN DEL AUTOR

ÓSCAR FERNÁNDEZ

Periodista. Concejal del Grupo Municipal Elkarrekin Vitoria-Gasteiz. Coportavoz del partido verde de Euskadi, Berdeak EQUO. Ha trabajado antes, entre otros puestos, como Técnico de Comunicación y Marketing en una ONG.



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