Articulo publicado antes de conocer las nuevas medidas tomadas por el LABI
El Lehendakari Iñigo Urkullu presidirá hoy la reunión del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) en la que Consejeros de Gobierno Vasco, la Directora General de Osakidetza, los diputados generales de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia, los alcaldes de las tres capitales de la comunidad y el coordinador de la Comisión Técnica del Covid-19 decidirán el refuerzo de medidas y restricciones que todos seguiremos para frenar la preocupante escalada de contagios que vive Euskadi.
Aunque todavía no se ha confirmado ninguna, las declaraciones de varios miembros del gobierno a lo largo de la semana han ido desvelando qué medidas tomará Euskadi para frenar la pandemia.
Quizá la más contundente, la de ampliar el toque de queda, quedó ayer fuera de la mesa tras la respuesta que el ministro Illa dio a Urkullu en el Consejo Interterritorial. Esa competencia queda fuera del alcance de un presidente autonómico.
Pero todavía queda mucho margen de actuación para el ejecutivo vasco. Desde la reducción del horario de apertura de comercios hasta el cierre total del ocio o las actividades no esenciales. Pocas o muy pocas de las medidas y restricciones que plantea el centro de mando para la lucha contra el Coronavirus, el LABI, son coherentes con un la realidad de un virus que se trasmite por el aire. Si bien es verdad que desde casi el primer momento el Departamento de Salud aconsejaba ventilar las estancias en las que se reunieran no convivientes la estrategia de contención del virus sigue a pies juntillas la de la OMS.
– Limitación de la circulación en vía pública –
– Limitación de reunión –
– Uso obligatorio de la mascarilla –
– Contención de los grupos de población municipales –
– Restricción de actividades sociales, deportivas, lúdicas y culturales –
– Realizar las actividades de interacción social en espacios abiertos y «bien ventilados» –
Y el criterio de la OMS, advierte Jose Luis Jimenez, no es la panacea: «Por supuesto que el Gobierno vasco se debería desmarcar de la OMS, porque la OMS está más perdida que un pulpo en un garaje. Con este tema tienen una tradición científica demasiado estrecha, no están consultando a la gente que sabe de estos temas. Tienen a gente que nunca ha estudiado los aerosoles diciendo que no son importantes y cometiendo errores garrafales una y otra vez. desde más básicas que cada vez más países saben que hay que tomar para combatir realmente el coronavirus.»
«Tanto Suiza como Canadá y Bélgica [anteayer] han aceptado la transmisión por aerosoles.»
El documento con recomendaciones del LABI califica las «instalaciones deportivas cerradas» como espacios de riesgo, pero no utiliza ese término para el resto de lugares cerrados. Sí que recomienda que se ventile constantemente «en cualquier caso» y muy especialemente en «sótanos o semisótanos o con mala ventilación».
Lejos de hablar del verdadero riesgo del aire estancado califica la importancia de la ventilación «constante» de espacios cerrados, «con renovación de aire» como una «medida preventiva eficaz». Pero no entra en detalle en requisitos de ventilación, filtros, indicadores de CO2. No se pone en conocimiento de la población qué hacer, cómo hacerlo y que método usar para verificar una correcta circulación del aire.
«Es muy grave no considerar los aerosoles como un factor importante de contagio, porque es la forma más importante de contagio.»
GasteizBerri.com ha entrevistado a José-Luis Jiménez, investigador de Ciencias Ambientales, profesor de química de la Universidad de Colorado (EEUU), experto en aerosoles y actualmente uno de los científicos más importantes en la difícil tarea de arrojar luz sobre la importancia de los aerosoles en la transmisión de la Covid-19.
«Las medidas de protección tienen que cambiar para protegernos contra la transmisión aérea»
José-Luis, entre muchos otros investigadores en materia de aerosoles, reclamaba desde hace meses un tratamiento de la pandemia distinto al que recomienda la OMS. Entre numerosas publicaciones, investigaciones, intervenciones y hasta ruedas de prensa online destaca el artículo que. por fin, el 5 de octubre publicaba la prestigiosa revista Science en la que Jiménez, junto con un importante grupo de científicos, constataban que «hay evidencia abrumadora que la inhalación de SARS-CoV-2 [= aerosoles, vía aérea] es una ruta principal de transmisión de COVID-19«.
«La mayoría de los contagios ocurre con gente con pocos síntomas, que no tose. Son los aerosoles. Los aerosoles son, por lo menos el 75% y es posible que sean el 95% de la causa de los contagios.»
«Es mucho más probable inhalar aerosoles [exhalados por otra persona en proximidad cercana] que ser impactado por gotas. Por ello las medidas de protección tienen que cambiar para protegernos contra la transmisión aérea».
«No tomar medidas contra la forma principal de contagio es un desastre que nos va a llevar a un ir y venir de confinamientos»
El cierre de los bares y el ocio, reducir el horario de apertura de los comercios… de entre todas las medidas que se han hablado hasta ahora en el Gobierno Vasco muy pocas coinciden con las medidas clave que los expertos como José-Luis Jiménez recalcan para prevenir contagios a través del aire: educar a la gente en la importancia de hacer un uso correcto de las mascarillas, medir los niveles de CO2 en cada local público, ventilar el aire de los espacios de interior al menos 5 veces a la hora o trasladar en la medida de lo posible todas las actividades a espacios al aire libre, entre otras.
Esta misma tarde sabremos si el comité que dirige Urkullu tomará medidas acordes a las tomadas recientemente en Alemania o Bélgica donde ya se han puesto en marcha para sacar al Coronavirus del aire que respiran.
[…] Noticia anterior José Luis Jiménez: «El Gobierno vasco se debería desmarcar de la OMS» […]
Con todos los respetos hacia JL Jimenez, y no tengo por qué dudar de sus buenas intenciones, pienso que está adquiriendo un excesivo protagonismo por la campaña delirante que está realizando en los medios de comunicación (radio, TV, diarios). Estos le dan amplia y masiva cobertura por su gran disponibilidad y facilidad para dar titulares como «No tomar medidas contra la forma principal de contagio es un desastre que nos va a llevar a un ir y venir de confinamientos” o «El Gobierno vasco se debería desmarcar de la OMS», cuando la OMS es una organización de prestigio y referente mundial en materia de salud pública. Estos comentarios no buscan más que el descredito de toda una institución en salud pública y crea desconcierto, desconfianza y, en algunos casos, hasta miedo entre la población. En la OMS se encuentran grandes expertos, no sólo de aerosoles, sino de cada una de las disciplinas necesarias que recogen y analizan toda la información para dar el mejor asesoramiento a los gobiernos en el control de la pandemia.
El señor JL Jimenez, autoproclamado experto científico con experiencia en aerosoles no debe ser considerado un experto en enfermedades infecciosas y menos en gestión de pandemias de aquí que no espero que interprete correctamente los términos utilizados por los epidemiólogos como transmisión aérea o transmisión respiratoria o plantee discusiones semánticas que confunden (aerosoles&gotas). En sus pretendidas argumentaciones, citando casos individuales o datos que parecen confirmar la verdad de su proposición, ignora una importante cantidad de evidencias de casos relacionados o información que puede contradecir su «verdad» lo cual no es más que mostrar una parte de un todo, y a eso le llamó dar información parcialmente engañosa, especialmente cuando se dirige a un público no experto. Como cuando afirma que «los aerosoles son, por lo menos el 75% y es posible que sean el 95% de la causa de los contagios» y no tiene en cuenta que los epidemiólogos cuando hablan de transmisión por aerosoles se refieren a la capacidad de transmisión a grandes distancias (ej agentes de la tuberculosis, brucelosis, fiebre Q, varicela, sarampión, fiebre aftosa, etc.) y los datos demuestran que la transmisión mayoritaria es de persona a persona, por contacto cercano y prolongado. Son los epidemiólogos y virólogos quienes deben liderar la gestión del riesgo para la población. No olvidemos que la enfermedad la produce un virus infectivo no un aerosol aunque este pueda ser un vehículo más de transmisión de cierta relevancia en condiciones muy concretas para SARS-CoV-2. Expresiones como «la OMS está más perdida que un pulpo en un garaje» no demuestran más que una cierta arrogancia y personalismo casi mesiánico impropio de un científico.
La OMS tiene aciertos y desaciertos, en el tema de contagio por aerosoles creo que están errando. ¿Como pueden darse tantísimos contagios por goticulas ahora que el uso de la mascarilla es masivo? Esta claro que nos contagiarnos principalmente en interiores y por aerosoles, que las administraciones no estén preparadas para hacer frente a ésto (aireación en miles de edificios) no es escusa para no advertir a la población de que ahora mismo el mayor peligro de contagio es en interiores y por aerosoles, si todos lo sabemos si todos somos conscientes de ello, cada individuo podrá tomar aquellas medidas a su alcance, no es la solución ocultar información a la población en general
Se habla mucho de espacios públicos, interiores y aerosoles pero la realidad es que al final todos nos encontramos en casa, espacio donde no se sigue ninguna medida. Sin ir más lejos… yo como y duermo con mi mujer todos los dias y a unos cm de distancia, sin mascarilla ni ventilación. Esta misma situación se da en millones de hogares cada dia y durante horas. A esto le llamo percepción del riesgo diferencial pero el virus sigue siendo el mismo. Si la transmisión por aerosoles, tal y como lo entienden los epidemiólogos, fuese tan efectiva estaríamos todos contagiados. Los aerosoles se crearan siempre que hables, estornudes, etc, estés o no infectado de cualquier microorganismo respiratorio, la diferencia entre ellos es su infectividad cuando viajan en estos aerosoles y me parece que en el caso del SARS-CoV-2 esta no es especialmente efectiva como lo pueda ser los virus de la varicela o el sarampión.
Este texto redactado por científicos e ingenieros con años de experiencia en investigación colectiva relacionada con la calidad del aire interior, ciencia de aerosoles, transmisión de enfermedades por aerosoles y sistemas de control de ingeniería para aerosoles da respuesta a lo que planteas (está traducido automáticamente):
«¿Pero si la COVID-19 se transmitiera a través de aerosoles, ¿no sería altamente transmisible como el sarampión y tendría un R0 muy alto y una transmisión de largo alcance?
En una palabra, no. Esto es un mito. Aquí algunas personas confunden un artefacto de la historia con una ley de la naturaleza (ver también la siguiente pregunta que explica la historia con más detalle). No hay razón para que la naturaleza solo pueda producir enfermedades transmitidas por aerosoles altamente transmisibles. Fue la resistencia arraigada contra la transmisión por aerosoles iniciada en 1910 por el libro de Chapin sobre Las fuentes y modos de infección lo que llevó a que solo se aceptara la transmisión a través de aerosoles de enfermedades virales altamente transmisibles, porque solo para aquellos la evidencia era demasiado obvia para ser negada ( más tuberculosis, que es menos transmisible, debido a algunos experimentos asombrosos). Otras enfermedades como la gripe, el SARS o el MERS también tienen un componente de transmisión por aerosol , pero la falta de aceptación de ese hecho ha privado a la comunidad médica de ejemplos aceptados de enfermedades por aerosoles menos transmisibles.
También tenga en cuenta que la Rt para SARS-CoV-2 es muy alta para eventos de superpropagación , que solo pueden explicarse por aerosoles. Esto se explica fácilmente por la transmisión por aerosol, dependiendo de si las personas infectadas participan en situaciones que conducen a la superpropagación y con emisión variable de virus viables en el tiempo y entre las personas . Esto conduce a una distribución muy sesgada de R, con muchos valores bajos y algunos valores muy altos.
Además, el sarampión y la tuberculosis se clasificaron como propagación por gotitas / fómites durante décadas. Por ejemplo, este artículo sobre el sarampión de 1985 establece que «La mayoría de las autoridades de salud pública creen que el modo principal de transmisión es por gotas respiratorias grandes» y que «requiere un contacto cercano». Pero había patrones sospechosos, por ejemplo, se produjeron brotes de tuberculosis en barcos, autobuses, habitaciones con mala ventilación y bares (¿te suena familiar?) . Más tarde se demostró que la tuberculosis solo se puede transmitir a través de aerosoles , y que el sarampión se transmite de manera muy eficiente a través de aerosoles . La lección que debemos aprender de esta historia es que es muy difícil determinar el modo de transmisión de una enfermedad respiratoria y que, a menudo, en el pasado, una observación de infección eficiente en las proximidades (y que la distancia social funciona para reducir la infección) se ha interpretado incorrectamente como evidencia de gotitas y contra aerosoles. En realidad, la transmisión en las proximidades es una fuerte evidencia de transmisión por aerosol , especialmente en ausencia de tos (que es muy relevante para COVID-19, donde las personas con pocos síntomas o ninguno propagan la enfermedad de manera eficiente).»